Mega Fiesta Elévate 2009: Mega Fiasco con gusto a Mega Cuento

04 Enero 2009
Las fiestas Elévate Fluo 2009 se realizaron en siete ciudades del país. La entrada más barata costaba 16 mil pesos, prometían barra libre, mega ambientes, buena música y más. NADA DE ESO HUBO ¿A QUIÉN RECLAMAR? Por: Claudia López.
Corresponsales ... >
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Desde El Nortero
"Esto es una es***a un robo sin pistola, los organizadores que den la cara y que devuelvan la plata", patalea una de las asistentes a la mega Fiesta Elévate Fluo 2009 de Concepción en el sitio www.reclamos.cl.
Y no se trata de reclamos sobre si la música era mala o no, que puede ser una apreciación subjetiva, sino que alegan por un evento que ofreció una serie de cosas que no cumplió: un vip de mala muerte, piso de tierra, un cóctel de pacotilla, una infraestructura ordinaria, cero luces... y sí, mala música. Todo por la módica suma de $28 mil pesos por persona.
Un breve googlazo y los reclamos siguen apareciendo, en panoramasonline.cl otra usuaria se queja del piso de tierra, de las malas condiciones y de la escasa relación entre lo publicitado y lo entregado.
En La Serena, la cosa no fue muy distinta (se realizaron fiestas con esta marca en Rancagua, Santiago, Talca, Concepción, Valparaíso y Los Andes/San Felipe). Pese a que ya no estoy para mega eventos, me invitaron a ir a la Elévate. Si la entrada general costaba $16 mil pesos, prometían una barra libre de 120 metros, dos ambientes y mil estacionamientos y un Año Nuevo en Colores... algo bueno podría salir de eso.
Pero la cosa, que en un principio pensé sería a todo color, comenzó a tomar sólo una tonalidad: color de hormiga. Los estacionamientos colapsaron antes de la 1 a.m., según nos contó el carabinero encargado de advertir a los fiesteros que no ingresaran al lugar, porque no había espacio ni para un alfiler.
Al ingresar, tres controles... y en el último, nos quitan la entrada y la meten a una caja de cartón. ¿Y mi entrada cortada?
"No se preocupe, la barra es libre"... me responde un guardia. Confundidos, entramos... sólo para encontrar un peladero, con suelo de tierra y piedras (cero preparación del terreno), con chicas de tacos sufriendo mientras intentaban bailar un paso y otro de reggeton.
La publicidad decía que el ingreso era para mayores de 21 años, pero había muchos adolescentes, algunos tirados por los rincones, muy ebrios para poder bailar. La barra libre era otro chiste, de los 120 metros prometidos... nada. Solo una barra chuñenta de no más de 10 metros, atestada de gente intentando cobrar al menos un trago. Pedían tres y lograban salir del tumulto con uno y medio.
El vip, que costaba 28 mil, no era nada de vip. Pudimos entrar, era una carpa con sillas plásticas. Los dos ambientes, en realidad era uno sólo, con dos escenarios separados... uno que zumbaba reggeton y el otro, música electrónica.
Desesperadamente buscando a un productor
A esas alturas, decidimos irnos a un lugar más entretenido y menos decadente, no sin antes, exigir nos entregaran el ticket cortado, para poder hacer los reclamos correspondientes. Primero, intentamos conseguir el ticket con un productor, que ante nuestra petición, salió arrancando, sin dar nombres ni nada.
Segundo intento, nos acercamos a un chico con credencial, que alguien nos sopló era uno de los productores del mega cuento. El tipo nos dice que no nos puede dar el ticket cortado (ni siquiera queríamos que nos devolviera la plata, cosa que sabíamos no podríamos lograr), y luego, nos dice que "tal vez perdimos nuestro ticket"...
Le pregunto su nombre y le digo que necesito el ticket para ir al Sernac a interponer una denuncia por publicidad engañosa... le digo que la barra con suerte mide diez metros... a lo que responde "¿que acaso la mediste? Y yo le digo "sí"... y aprovecho de pedirle su nombre para "poder redactar una nota periodística, para un diario ciudadano".
"Me llamo Samuel", dice con pachorra. "¿Samuel cuánto?"... "Samuel a secas", dice ya más tímido.
"¿Tienes miedo de darme tu nombre completo?¿No es esto una productora seria?" le digo, y consigo que me de su nombre completo: Samuel Cordero.
No sé cuál será el cargo de este señor en la productora, pero al menos, se quedó medio nervioso. Es que la fiesta era una mugre, donde sólo los menores de edad parecían estar pasándolo bien, claro, si tenían barra abierta y alcohol a disposición.
Nos fuimos sin ticket, con los zapatos entierrados y con ganas patalear. El Casino de Coquimbo sirvió para que pasáramos el mal rato, entre daditos y máquinas tragamonedas, lo que debimos hacer desde un principio.
Entré al sitio de Facebook de las fiestas Elévate, al día siguiente, ya estaba lleno de reclamos de la gente que había acudido a lo largo del país. Cuando fui a redactar esta nota, el sitio había sido borrado por la productora... ¿Por qué sería?
Por lo pronto, sabemos de varios usuarios que harán efectivas sus denuncias en Sernac... y compartimos con ustedes algunas fotos enviadas por Roberto Miranda (en Flickr.com BikerBlue).