Marco Enríquez-Ominami lanza candidatura presidencial en Facebook

27 Enero 2009
Junto con el video Youtube, presentado a través de Facebook, Marco Enríquez-Ominami lanzó el sitio web www.marco2010.cl en el se encuentra el decálogo de su candidatura.
Christian Pereira >
authenticated user Corresponsal
El diputado y militante del Partido Socialista, Marco Enríquez-Ominami, conocido por pertenecer a los llamados díscolos de la Concertación, presentó ayer lunes su candidatura presidencial a través Facebook.
Si bien, el diputado PS, quedó fuera de la primarias internas de la Coalición de Gobierno, se encuentra recolectando 35 mil firmas para forzar a que lo integren a ellas o, de no ser posible, presentarse por fuera de la Concertación.
Junto con el video presentado a través de Facebook, Enriquez-Ominami , lanzó el sitio web www.marco2010.cl en el se encuentra el Decálogo de su candidatura.


Aquí su discurso de lanzamiento de candidatura.
Un país no limita en sus fronteras sino en la misión que está llamado a cumplir.
Todos en chile tenemos derecho a soñar sin que nuestras fronteras o las pesadillas del pasado sean nuestros límites. Un país no es solo un dibujo en el mapa, es también la proyección de Nación que es capaz de construir y en ese proyecto estamos todos llamados a participar.
Millones de chilenos llevan años ausentes del sistema político, transformados en sujetos de crédito y no sujetos sociales, un resultado de la peligrosa deslegitimación de las instituciones y la política. Esta situación se hace cada día más insostenible.
Por lo anterior un grupo de jóvenes, líderes sociales y legisladores unimos esfuerzos para lograr un nuevo equilibrio de los poderes políticos en Chile, que logre abordar los múltiples desafíos del peso de la globalización, que pueda enfrentar la cruda crisis económica mundial, que aborde los urgentes desafíos medioambientales y que expanda el espacio de las libertades.
Queremos terminar con la esquizofrenia de la clase política y con el ritual que la lleva a hacer campañas con promesas y luego a gobernar con explicaciones.
No podemos esperar que milagrosamente se cambie la ley de partidos, la ley electoral y tantos otros instrumentos legales y jurídicos que aún nos rigen con resabios medievales.
Nos corresponde a nosotros innovar en las fórmulas para abordar la crisis de representatividad y de participación, sumando los anhelos de millones de jóvenes que pronto podrán decidir sobre el destino del país. Jóvenes que no vivieron ni de cerca la Unidad Popular y lo que ocurrió después del golpe de estado.
Pero hay que ser realistas, la descrita es una tarea que solo será posible dando por concluido el ciclo político de la transición, reconociendo sus éxitos y fracasos, pero modificando su geometría de poder por una que logre vincular nuevamente a la política y la sociedad. Sospechamos que los liderazgos casados biográficamente con los años 70, 80 y 90 no tendrán la fuerza ni la legitimidad suficiente para explorar caminos nuevos, reformas más radicales e instalar, como centro del debate político, un debate cultural.
Sin embargo, nuestra responsabilidad democrática no es posible de accionar sin que todos aportemos; se requiere de la sabiduría de muchos y la experiencia de otros tantos. Para reformar el estado, para modernizarlo y profesionalizarlo, y para liderar el tránsito a un régimen político con mayores grados de participación y representatividad.
Esta ambición es de un grupo de chilenas y chilenos, es la semilla que nuestra generación impulsa mediante una aspiración serena, con ideas nuevas y sentido crítico, la que es acompañada por los experimentados y los más dispuestos. Sin embargo esta esperanza que se viene formulando desde hace tiempo se hará realidad si junto al apoyo de nuestros equipos, concejales, alcaldes y dirigentes partidarios, se suman muchos más para un nuevo ciclo y se aprovecha esta inédita oportunidad de cambiar Chile.
Estas son parte de las razones que nos llevaron a insistir en la necesidad de realizar primarias abiertas. Porque las primarias no eran un lujo sino una necesidad. Eran la única forma que teníamos para dejar de lado a tiempo los cálculos mezquinos de un grupo de dirigentes que aún consideran que es mejor jugar en una cancha pequeña pero conocida; que no están dispuestos a ensanchar las posibilidades por miedo a reducir en ese proceso sus propios beneficios. Y que además pelean por nombres y no por ideas, matando las ideas que forjaron una coalición progresista que le dio paz y progreso a Chile.
¿A alguien le cabe duda en chile que se requiere construir una nueva coalición, que encarne el cambio necesario para ella? ¿Sin miedo al pasado ni al futuro? Es quizás la última oportunidad antes de las elecciones de 2009 para que la Concertación y el sistema político chileno vuelvan a recibir los mensajes que emite Chile y termine con su impermeabilidad social. Es necesario marcar la diferencia, ampliando los derechos civiles, el espacio de las libertades y garantizar la igualdad de oportunidades para todas y todos.
La democracia no es un bien que administran unos pocos, es un derecho que han conquistado los chilenos y por el que se pago un alto precio en el pasado. La democracia se activa cada día cuando todos y cada uno los chilenos participamos de ella. Este mundo que sueña un país distinto quiere ser un instrumento de la democracia y participar de ella activamente.
Como las reglas para participar en primarias han sido modificadas demasiadas veces confiamos en que éstas volverán a cambiar.Y por tanto y por todo lo anterior, por los desafíos pendientes y las deudas de la clase política es que hemos decidido reunir las adhesiones que requiere la ley para perseverar en la construcción de una nueva coalición. Reuniremos firmas de adhesión a nuestra candidatura para que los líderes que guerrean entre sí con organizaciones del pasado y por temas del pasado escuchen otras voces.
El Estado de derecho ofrece herramientas para despertar la democracia y junto a los que pidieron primarias, a los que soñaron con partidos tolerantes, demostraremos que las decisiones de unos pocos, que pretenden controlar entre cuatro paredes el destino del país, carecen de la legitimidad y la fuerza que se requieren para gobernar el Chile del futuro.
Invito a Eduardo Frei y Sebastián Piñera a debatir ahora acerca de los silencios de nuestras políticas públicas, en materia medioambiental, educación pública, salud pública y derechos civiles.
Los invitamos a unirse a nuestra candidatura y a nuestras ideas tanto en www.marco2010.cl como en los distintos grupos de adhesión en facebook y las listas de adherentes que se están desarrollando en estos momentos.
Marco Enríquez-Ominami
Diputado
Fuente: www.marco2010.cl