Un hombre acostumbrado a sacarnos risas, nos sacó lágrimas en su despedida eterna. Adiós “Pollo”, descansa en paz

“Compare ya tengo los monos”, uno de los dichos más insistentes que se me vienen a la cabeza cuando recuerdo a Guillermo Mauricio Alegría, a quien ayer tuvimos por ultima vez en este mundo.
“Pollo”, “pollito”, Mauricio, amigo, compañero, papá, hermano, en fin, fuiste eso y mucho más en tus 55 años de vida. Personalmente nos conocimos en mi práctica profesional en el diario El Día, me imagino que como te conoció la mayoría de los periodistas regionales que aún lamentan tu inesperado adiós. Recordarte se me hace grato, tu lente y tu picardía nos hacían compenetrarnos bien, las tallas, tus historias, anécdotas están grabadas en mi retina.
Como no recordar aquella vez que me dijiste que era el alumno en práctica más patudo y “puntudo” que te tocó conocer y yo te pregunté por qué y respondiste. “eres el primer alumno en práctica que llega al diario y me trata de weon! Quiero la foto asi o asá”. Luego ambos nos largamos a reír.
“Pollo” aún cuesta asumir tu repentina partida, sé que donde quiera que te encuentres debes estar diciendo, “pucha que me querían wn”, y así es, bastó con ir a tu misa y darse cuenta la cantidad de gente que te estima y siente que ya no estés entre nosotros.
La pasión por tu cámara, por tu trabajo siempre traspasó el diario vivir. Pero sin duda, que tu peculiar humor, como tu forma de ver la vida también nos invade al rememorarte. La alegría y ganas de pasarlo bien, de estar en un ambiente agradable son sinónimo de tu persona Mauricio.
Para todos los que tuvimos la dicha de conocerte nunca olvidaremos tu propuesta sandunguera y alegre de la vida. Gracias por entregarnos ratos de risas y alegres momentos, donde quiera que te encuentres “Pollito” ten en claro que fuiste un ¡compare a todo ritmo!