Recuerdan a ex alcaldesa de Andacollo en aniversario de su muerte

20 Octubre 2009
Este lunes se efectúo una misa en el Templo Chico de Andacollo, donde participó la comunidad, familiares y quienes conocieron el trabajo de Marcelina Cortés, quien lideró la comuna en casi dos décadas.
Cristián Escalante >
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Cinco años se conmemoran desde el fallecimiento de quien fue en vida una de las figuras políticas y servicio público con mayor trascendencia en la zona en la década de los noventa y principios del nuevo milenio.
Marcelina Yolanda Cortés Gallardo, ex alcaldesa de Andacollo durante diecisiete años, enfrentó con tesón y carácter los procesos más complejos de una alicaída minería, pero debido a una larga enfermedad no fue posible que continuara con su gestión, a pesar de que estaba inscrita en las elecciones municipales del año 2004.
Sus inicios fueron en las aulas de establecimientos educacionales andacollinos, espacios educativos que la vieron convertida en directora de cada uno de ellos desde los establecimientos de educación básica, hasta el Liceo Pedro Segundo Regalado Videla Órdenes.
Fue en esa responsabilidad que recibió la noticia de su nombramiento como Alcaldesa de la comuna de Andacollo en la década de los 80, pero sólo algunos conocen que ese nombramiento fue tras una profunda movilización ciudadana que buscó recolectar firmas para que ella fuese la primera autoridad comunal.
Dueña de una oratoria privilegiada, que llegó a sorprender a más de un Presidente de Chile, además de un carácter que le significó la distinción de «mujer de hierro», propició desde su administración las mayores transformaciones sociales y económicas desde el impulso, en un primer momento, de obras de equipamiento social como poblaciones en el sector de Casuto, mejoramiento de los sistemas de alcantarillado y agua potable, pavimentación de calles, mejoramiento de colegios y de seguro una de sus obras emblemáticas: la pavimentación de la conocida cuesta de Andacollo en la Ruta D-51.
En ese tiempo un refrán había sentenciado muchas veces la realidad de un camino estrecho de tierra, «moriré, moriré y la cuesta pavimentada no la veré», situación que fue transformada cuando la edil gestionó la obra.
Para ella, la educación fue el eje central del desarrollo, convencimiento proveniente de su formación como profesora normalista, así impulsó innumerables becas para estudiantes a fin de que pudieran continuar sus estudios superiores. Es el caso de las becas para Hijos de Mineros Fallecidos, Tercer Milenio y Cirujano Videla que aun se mantienen vigentes.
En el ámbito artístico, apoyó la re-estructuración de la Banda Instrumental Humberto Escalante Rivera, que se ha convertido en un semillero formativo para niños y jóvenes que la llevó a un reconocimiento regional y nacional.
En ámbito de la infraestructura, se creó el Primer Centro Cultural de la comuna, recinto destinado a cobijar manifestaciones culturales así como la creación del «centro de orfebrería y lapidación», que buscaba la generación de valor agregado a la materia prima principalmente oro y cobre (proyecto que finalmente quedó inconcluso).
Su razonamiento reconocía que la sola dependencia de Andacollo a la actividad minera, finalmente provocaría estar expuesto a los vaivenes de los precios de los metales, de ahí que ubicó al turismo y agricultura como polos complementarios, desarrollando innumerables iniciativas en esta dirección.
De igual manera se creó en su administración la Oficina de Desarrollo Económico Local, la segunda en la Región de Coquimbo, que significó que por primera vez los municipios se transformaban en agentes del desarrollo productivo, quebrando la mirada solamente asistencialista que hasta ese momento existía.
La innovadora mirada sobe las comunicaciones se tradujo en la obtención de una concesión de televisión de señal abierta, la primera de la región en el año 99, junto con espacios radiales como el denominado «marallada», con la música característica de La Consentida, que según muchos era un abierto retrato de ella misma y su porfía.
Compartía la idea que Andacollo tenía las mismas posibilidades que cualquier otra comuna y juntando peso a peso (como decía ella), se creó El Festival La Voz de la Montaña, que se mantiene hasta hoy y sin duda uno de los pocos eventos masivos gratuitos para la comunidad, más importante de la región, porque siempre trae artistas de renombre nacional e internacional.
En su vida política, nunca perdió una elección, teniendo como candidatos opositores a brillantes líderes locales, como Fernando Hernández Barahona o Sergio Honores e incluso a Mario Morata Saavedra ex concejal RN, pero con una forma de política basada en el respeto y no descalificación, en una lucha de ideas y no de agresiones, algo que la comunidad extraña en las elecciones actuales.
Trabajó con dos intendentes de estilos diferentes, pero una profunda amistad la unió con Renán Fuentealba Moena y grandes personajes públicos del mundo nacional, como José Miguel Insulza y el ex alcalde de Coquimbo Pedro Velásquez.
Con el presidente de aquella época, Eduardo Frei, en su visita a la comuna en la década de los noventa, logró romper el estricto protocolo y modificar lo que inicialmente sería una visita breve. En su intervención, Marcelina Cortés convenció al Presidente Frei de visitar a la Chinita de Andacollo. La autoridad presidencial accedió finalmente, desatando un despliegue de seguridad, debido a que el acto estaba desarrollándose en la parte alta en el sector de la Ampliación 25 de Octubre .
La ex edil andacollina siempre se mantuvo alejada de los partidos políticos, a pesar de su claridad y convencimiento de la postura política cercana a Renovación Nacional, que se mantuvo independiente haciendo gala de lo que ella llamaba su «libertad» de no sentirse atada.
Ella estaba enferma, en un tratamiento agotador y aun así se levantó de su cama para la inauguración del Observatorio Astronómico Collowara, una de sus últimas obras del nuevo siglo, que contó con la presencia del Presidente Ricardo Lagos Escobar.
Cortés Gallardo en su intervención, la última de participación publica dijo que « la riqueza de este pueblo siempre estuvo en el suelo, ahora estará en los cielos y sus estrellas».
En la actualidad la comunidad la recuerda, incluso algunos adultos mayores guardan el calendario que se entregó en una de sus campañas con la fotografía, ubicado en un lugar importante de sus viviendas.
19 de Octubre del 2004
Eran las 22:13 del 19 de Octubre, según recuerda su sobrino el consejero regional René Olivarez, cuando una llamada telefónica anunció su muerte y que sus últimas palabras fueron para su Andacollo de toda la vida.
Andacollo interrumpió su sueño, la sirena de los Bomberos anunció su partida, la radio detuvo su programación y a escasos días del 31 de octubre, la «mujer de hierro», no podía enfrentar la última batalla electoral, que sin duda la hubiese vencido como era su tradición, según comentan sus cercanos. Al día siguiente una caravana interminable de vehículos y personas a lo largo de las calles recibía su cuerpo que llegó desde La Serena y las lágrimas no tuvieron color político.