Diputado Díaz denuncia irregular situación que viven vecinos de Villa Potrerillos

Hace un tiempo los vecinos de la Villa Potrerillos de Coquimbo no la está pasando nada de bien, luego que la inmobiliaria Santa Beatriz comenzara la construcción del edificio Doña Marina. Según los habitantes del lugar, la compañía se comprometió a cumplir una serie de trabajos que aliviara el malestar de los vecinos, pero hasta la fecha, aún no los cumple.
Los vecinos denuncian, que entre otras cosas han soportado ruidos de maquinarias pesadas por 24 horas, ya que la empresa tenía un permiso para trabajar día y noche, además, de perder privacidad y seguridad.
“Golpeamos muchas puertas, seguimos el conducto regular, hicimos reuniones con la Dirección de Obras y confiamos en su palabra, comenzaron muy bien, se comprometieron con nosotros, pero de repente vino un silencio absoluto”, señaló Isabel Figueroa, una de las vecinas del lugar.
“Tuvimos que convivir con el vocabulario un poco soez de los maestros que trabajaban y nosotros tenemos niños pequeños, junto con ello, el ruido está en todas partes y toda la noche, hasta que una vez llamé a Carabineros a las tres de la madrugada y me dijeron que la empresa contaba con los permisos de la Municipalidad de Coquimbo para trabajar de noche”, agregó.
Por su parte, el diputado Díaz, señaló que las molestias generadas por la empresa, tuvieron efectos inmediatos en la calidad de vida de los vecinos. Además, señaló que las demandas exigidas por ellos son mínimas.
“Los vecinos de la Villa Potrerillos por largo tiempo recorrieron las instituciones con el objetivo de buscar ayuda, por un asunto que los aqueja, ya que en la parte posterior de sus viviendas, se empezó la construcción de un edificio por parte de la constructora Santa Beatriz que implicó no solamente las molestias propias derivadas de la construcción, sino que además tuvo efectos directos sobre su vida cotidiana, sobre la privacidad en sus viviendas, la seguridad de sus casas”.
“Los vecinos piden algo bien simple, un muro impermeable a lo largo de toda la franja que hace de límite entre sus viviendas y el condominio Doña Marina y un sistema de evacuación de aguas lluvias que les dé garantía que frente a una lluvia de magnitud sus viviendas no se vean anegadas por el agua”, agregó.
Sin embargo, el compromiso asumido por la empresa en cuanto a cumplir las peticiones de los vecinos aún no se cumplen, según expresó Figueroa.
“En el compromiso dice bien claro que el plazo para ejecutar estos compromisos como el cambio de pandereta debería cumplirse 15 días después de la notificación, es decir, a partir del 22 de julio del 2009, o sea que a mediados de agosto a más tardar tenía que estar todo reparado y, sin embargo, en vez de reparar siguieron dañando más todavía”, finalizó.