Despertar ciudadano

01 Agosto 2006
Mi voz vale más que un par de rayitas cada 4 años.
Gonzalo Plaza >
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El despertador suele ser desagradable, pero es útil.
Nos recuerda que debemos ponernos de pié y empezar nuestro día.
Nos saca con ruido de una agradable inconciencia.
Pero, igual cada noche antes de apagar la luz, nos aseguramos que esté activado, porque a pesar de las molestias que nos causará en la mañana, su función es importante.
Nos llama a cumplir los compromisos que hemos hecho con nosotros mismos y con los demás.
Hasta no entrenar nuestro despertador biológico, necesitamos uno externo.
El interno es más suave, más natural y no debemos cargarlo en nuestras maletas.
No pesa.
Despertar nuestra cuota de poder ciudadano puede ser más desafiante que despertar el cuerpo.

Ello, entre otras razones;
• Porque no existe un despertador mecánico de conciencias.
• Porque los compromisos ciudadanos a los cuales despertar, no siempre los tenemos claros.
• Porque en el despertar ciudadano, es más fácil hacerse el leso, es decir, las consecuencias por seguir durmiendo, no son inmediatas, la sufrirán nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos.
• Porque, además, tenemos la excusa de endosar la responsabilidad a otros; las autoridades.
Pero, la realidad grita demasiado fuerte como para no escucharla.
1, 2 o 3 rayitas cada 4 años no parecen ser suficientes como para influir en mejorar la calidad de vida de las personas.
Necesitamos entender eso, y movernos.
Despertar.
Tranquilos, sin sobresaltos ni tanto aspaviento.
Simplemente diciendo;
Yo estoy observando.
Yo sacaré mi voz en los momentos que juzgue necesario decir lo que pienso o siento.
No sólo cada 4 años.
Mi voz vale más que unas rayitas cada 4 años.
Yo estoy despierto.

Comentarios

Imagen de Gonzalo Plaza A.

Tengo por costumbre

Tengo por costumbre responder todos los comentarios.

Primero para agradecerlos y luego para agregar algo si es necesario.

En tu caso Sebastián, sólo decir : ¡Ha lugar en todas sus partes!

Necesitamos todo el apoyo posible para despertar a la IV Región.

Gracias.

Imagen de Sebastián J. Echeverría

¡Sonó el despertador!

¡Sonó el despertador! ¡Atinemos con El observatodo!