LEA Hambre de Knut Hamsun

15 Julio 2007
Esta semana un premio nobel, en La Pollera callejera, la historia de un escritor vagabundo.
Simón Ergas >
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Para no mentirle al público y demostrar honradez y verdad, vamos a comenzar con un aspecto negativo (para algunos) de la novela que queremos destacar. Hambre es de esos libros que en muchos aspectos pueden sólo interesar a escritores, por uno de los temas que trata. Si usted, lector, no es escritor ni le interesa el tema, de todas formas siga leyendo este artículo, ya que la novela hace mucho más que hablar de sí misma.
Algunas cosas que podemos decir del autor es su contexto: su nombre real no es Knut Hamsun, sino Knut Pedersen, nacido en 1859 en Oslo, Noruega. Proviene de una vida rural, pero luego ingresó a la Universidad de Christianía (hoy Oslo) a estudiar periodismo, carrera que abandonó para emigrar a Estados Unidos, experiencia que produjo la novela Hambre. También ganó el nobel.
Vamos al grano. El título del libro, muy bien puesto, abarca el gran tema que se trata sobre el protagonista de manera física y alegórica. Un protagonista que no dice su nombre, ya que es de él la voz de la narración. La situación en la que se nos presenta a este pobre hombre recuerda al viejo Raskólnikov, en el sentido del modo de vida pobre, viviendo en un sucucho de entretecho apenas pudiendo costearlo, muerto del frío de esos países nórdicos. Esta es la vida del protagonista, por lo que no cuesta deducir que pasa hambre, esa hambre que hace doler el estómago. Lo vemos en ocasiones empeñando sus pocas pertenencias y buscando trabajo desesperadamente en los medios escritos; he aquí la segunda hambre del protagonista. Un apetito por la escritura. Porque si bien él pasa con ganas de comer, no es lo único que lo molesta, sino también el hambre de escribir y de ser publicado.
Entonces nos encontramos con imagenes tan raras como este tipo con un papel que quién sabe de dónde lo sacó, con un lápiz que quién sabe dónde consiguió, intentando escribir tratados filosóficos en un parque público. La mente del personaje está distorsionada, transita entre la lúcidez y el ensueño que le producen la poca comida que ingiere. Entre la la vigilia y la imaginación, es el mismo proceso que produce en la mente el hambre de comer y de escribir, de realizar ficciones.
LEA esta gran novela. Se puede descargar, además de otros libros del autor, desde Librodot.com; he aquí una cita del libro: "Nuevamente había ido para sentarme a un cementerio y había escrito un artículo para un periódico. Mientras estaba trabajando allí dieron las diez, la noche cayó e iban a cerrar las puertas. Tenía hambre, mucha hambre. Desgraciadamente, las diez coronas sólo habían durado poco tiempo. Ya hacía dos, casi tres días, que no comía nada, y me sentía deprimido; hasta sostener el lápiz me fatigaba".