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El aeropuerto de La Serena será el único aeropuerto del país que parece un terminal de buses y funciona en horarios de funcionario público, pero los de confianza: entre las 10:00 y 17:00 horas.

Tengo el privilegio (si se quiere llamar así a volar entregando el alma a Dios en cada despegue, vuelo y aterrizaje) de viajar varias veces a la semana por el país y ciertamente que La Florida no es de lo más acogedor que digamos.

Por otra parte, no son los ricos los que vuelan mayoritariamente como lo señala la senadora tan categóricamente, sino que son los empleados públicos y los de Codelco los que usan este medio mayoritariamente para su traslado a capacitaciones, reuniones o lugares de origen. A los primeros, es el Estado quien paga sus pasajes. Los ricos vuelan en sus avionetas o helicópteros propios y ocupan los aeródromos de Las Tacas y otros particulares.

Por otro lado, la Florida está rodeado de casas, de gente que convive con el diario despegue y aterrizaje de estos proyectiles del aire. Conviven con sus ruidos y la probabilidad cierta de algún accidente sobre sus cabezas, como los ha habido en el pasado. El último fue en los años 80 cuando un avión de la desaparecida Aeronor se estrelló a pocos metros de la pista con todos sus pasajeros y tripulantes horriblemente destrozados.

En resúmen, un nuevo aeropuerto se justifica y si es en Tongoy, pues así lo determinaron los estudios técnicos. Otra cosa es justicarlo o reprobarlo mediante argumentos sin base.