Maravilloso tu comentario, Iris. Pero más valiente que maravilloso. Y más justo que valiente y que maravilloso. Aunque los sustantivos se queden cortos para calificarte porque en tu comentario hay algo más que maravilla, valentía y justicia: hay patriotismo puro y decencia de Nación. Hay ausencia de egoísmo -principal condimento de la personalidad del literato- y hay una dosis exacta de solidaridad. No sólo solidaridad de género, por cierto, sino esa solidaridad que se gana con el compromiso.
Y es que tenés razón: los pueblos no debemos esperar que los monstruos sagrados premien el trabajo de nuestros escritores. Nosotros debemos hacer ese trabajo. Y vos lo has hecho muy bien.
Gracias por la lección. Un abrazo para vos desde un lugar fuera de Chile de un hombre que nació fuera de Chile.
Maravilloso tu comentario,
Maravilloso tu comentario, Iris. Pero más valiente que maravilloso. Y más justo que valiente y que maravilloso. Aunque los sustantivos se queden cortos para calificarte porque en tu comentario hay algo más que maravilla, valentía y justicia: hay patriotismo puro y decencia de Nación. Hay ausencia de egoísmo -principal condimento de la personalidad del literato- y hay una dosis exacta de solidaridad. No sólo solidaridad de género, por cierto, sino esa solidaridad que se gana con el compromiso.
Y es que tenés razón: los pueblos no debemos esperar que los monstruos sagrados premien el trabajo de nuestros escritores. Nosotros debemos hacer ese trabajo. Y vos lo has hecho muy bien.
Gracias por la lección. Un abrazo para vos desde un lugar fuera de Chile de un hombre que nació fuera de Chile.