La Empresa de Ferrocarriles del Estado fue desmantelada por su jefatura a principio de los años 70, en acuerdo con "visionarios empresarios" que actualmente poseen el transporte. Obvio que esta idea, sea de quien sea, quedará depositada en el papelero de alguna oficina. Ni hablar de los pesitos que pasaron directo al bolsillo de algunos.
Hasta las reliquias históricas de las locomotoras a vapor, aún funcionando, fueron dinamitadas y vendidas como fierro viejo. Un solo tubo de bronce de sus calderas costaba tanto como toda la chatarra. Lamentablemente todos los viejitos que observaban no podían hablar y reclamar como se hace ahora. La mayoría está bajo tierra.
La Empresa de Ferrocarriles
La Empresa de Ferrocarriles del Estado fue desmantelada por su jefatura a principio de los años 70, en acuerdo con "visionarios empresarios" que actualmente poseen el transporte. Obvio que esta idea, sea de quien sea, quedará depositada en el papelero de alguna oficina. Ni hablar de los pesitos que pasaron directo al bolsillo de algunos.
Hasta las reliquias históricas de las locomotoras a vapor, aún funcionando, fueron dinamitadas y vendidas como fierro viejo. Un solo tubo de bronce de sus calderas costaba tanto como toda la chatarra. Lamentablemente todos los viejitos que observaban no podían hablar y reclamar como se hace ahora. La mayoría está bajo tierra.