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Una vez más las "autoridades" chilenas ponene a prueba nuestra capacidad de asombro. O Lavín tiene un extraño y extravagante sentido del humor o cree que los pobres somos ingenuos o güevones. Como él da la receta, debería dar el ejemplo también y probarla por lo menos un año junto a su familia, a ver cómo le va. Me vienen a la memoria otros casos similares: el de las vacas que no dan leche y hay que pedírsela y el de aquel ministro que dijo que si a los pobres no les alcanza el dinero para comprar seda dental que usen hilo de coser. La María Antonieta con su famosa frase "si no tienen pan, entoces que coman torta", queda chica frente a la habilidad de nuestras autoridades para burlarse de los desposeídos. ¡No hay derecho!