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Respecto a lo que comenta Teresa, no vi por dónde concluir lo que concluyó respecto a lo que citó. Salvo que esté asumiendo que sepamos más sobre el marxismo, por lo que su cita estaba de más. Quizás bastó decir algo como: "El marxismo establece que..."

Respecto a lo que dice Oscar Alarcón, me consta de que hay algunos que se hacen las víctimas para sacar provechos económicos. Ahora, que agitando el odio obtienen ganacias, no veo una argumentación clara. Y respecto a los que se quedaron, mayoritariamente los clasificaría en tres: Los que obtuvieron beneficios (los grandes conglomerados económicos actuales, sostenedores educacionales, senadores designados), los que callaron por miedo y que se siguen sacrificando hasta el día de hoy, y aquellos que no se dejaron amedrentar, fueron divididos, desorganizados, marginados y más encima, drogados. Estigmatización que sigue en pie en la actualidad. Que algunas poblaciones reaccionen violentamente contra carabineros tiene su razón social histórica, valoricamente deplorable, pero es una razón social al fin y al cabo que perdurará si la sociedad no se hace parte en escucharla.

Ya los protagonistas del caos (UP, MIR, Junta Militar, EEUU, etc) están casi todos muertos. Quedan los hijos del odio. Si éstos no se sientan a revisar, hacer mea culpas que no les corresponde, pero hacen un esfuerzo en tratar de reconstruirse socialmente, habrá que aceptar que tendremos que esperar otra generación más o más tiempo (Por ejemplo, la Guerra del Pacífico todavía no se asimila), para ser un país socialmente mejor (y no digo que bajo una ideología socialista, comunista, marxista, leninista, platonista, venusiana, marciana, pinochetista, lavinista), sino más bien, chilenista, es decir, de nuestra propia invensión para nuestras propias necesidades.