La guerra civil ocurrió igual, con la salvedad de que uno de los bandos (el gobierno) tenía derecho a matar a otros.
Teresa tiene razón, los síntomas son parecidos. Salvo por la aparición de un tercer componente, y es que hay personas que aprenden de los errores, por ejemplo, aquellos que comentamos en este diario, aquellos que ya sabemos qué intereses tienen izquierdistas y derechistas, y que a cambio, optamos por una solución alternativa que es, en el fondo, una mezcla de los dos extremos. Socialismo, en el sentido de la participación ciudadana (no de la "igualdad" material) y Neoliberalismo, en el sentido de equilibrar las políticas de mercado que hacen del Modelo de Mercado algo razonable y no lo que actualmente sucede, en que los monopolios aplastan a los competidores generando una desigualdad de oportunidades.
Lo que ocurre actualmente sobre Lavín y Bachelet no se dio con Allende (Allende se quedó solo). Aún quedan dos años para hacer algo, pero si la cosa sigue como está, ni con la derecha van a mejorar las cosas, porque mientras lo social y lo económico no se pongan de acuerdo, siempre habrá una pelea entre estos dos actores, y en Chile, según las encuentas, el 53% no logra acuerdo con ninguno de los dos representantes.
La guerra civil ocurrió
La guerra civil ocurrió igual, con la salvedad de que uno de los bandos (el gobierno) tenía derecho a matar a otros.
Teresa tiene razón, los síntomas son parecidos. Salvo por la aparición de un tercer componente, y es que hay personas que aprenden de los errores, por ejemplo, aquellos que comentamos en este diario, aquellos que ya sabemos qué intereses tienen izquierdistas y derechistas, y que a cambio, optamos por una solución alternativa que es, en el fondo, una mezcla de los dos extremos. Socialismo, en el sentido de la participación ciudadana (no de la "igualdad" material) y Neoliberalismo, en el sentido de equilibrar las políticas de mercado que hacen del Modelo de Mercado algo razonable y no lo que actualmente sucede, en que los monopolios aplastan a los competidores generando una desigualdad de oportunidades.
Lo que ocurre actualmente sobre Lavín y Bachelet no se dio con Allende (Allende se quedó solo). Aún quedan dos años para hacer algo, pero si la cosa sigue como está, ni con la derecha van a mejorar las cosas, porque mientras lo social y lo económico no se pongan de acuerdo, siempre habrá una pelea entre estos dos actores, y en Chile, según las encuentas, el 53% no logra acuerdo con ninguno de los dos representantes.