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Allende aumentó la votación de la obtenida en 1970 y tenía el respaldo de todo un pueblo dispuesto a defenderlo pero no contaba con el apoyo en el parlamento. El 29 de junio de 1973, el famoso tanquetazo del Regimiento Blindado N°2, del coronel Souper y con la abierta participación de Pablo Rodríguez y Roberto Thieme, del ultraderechista Patria y Libertad, fue la intentona golpista, el preludio del quiebre institucional, la gente reunida frente a La Moneda, la que le pedía al gobierno cerrar el parlamento, implantar el Estado de sitio, lo cual le hubiese permitido encarcelar a los sediciosos, lo que no fue posible porque la derecha en su conjunto estaba comprometida en la sedición abierta y solapada. Por eso no fue posible detener el avance fascista.

Salvador Allende tuvo siempre el apoyo masivo hasta que consiguió convertirse en presidente, incluso varias veces parlamentario por el norte y el sur chileno. Presidente del Senado y médico que legisló en favor de los pobres, recibiendo siempre las ácidas críticas de la derecha chilena.

El bloqueo económico impuesto por Estados Unidos influyó enormente en la economía del país. No había créditos pero sí bastantes dólares a los camioneros, a los colegios gremiales, al Partido Nacional, a los reaccionarios Frei, Alywin, Zaldívar, Hamilton y Juan de Dios Carmona, quien hasta se marginó de la DC para ocupar un cargo en la Junta militar.

El mercado negro propiciado por la derecha económica, tiraban las producciones a los canales, ríos, etc, con tal de producir desabastecimiento en la población. Los medios derechistas, Tribuna, El Mercurio, La Segunda, las radios Agricultura, Cooperativa y otras mentían hasta el cansancio, ya que recibían órdenes y dineros de la CIA, y está comprobada la abierta participación de la trasnacional telefónica ITT.

Fue descarada la injerencia gringa en los asuntos chilenos con la complacencia de los políticos de la derecha.