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Es bueno que a través del tiempo se vayan aclarando conceptos en relación al tenebroso gobierno de Pinochet. Lo primero es que todos coinciden de que fue una dictadura brutal, excepto alguna persona que aún la llama "gobierno militar". También los segmentos cultos, educados y no fanatizado, como es el caso de Lavín, por ejemplo, han señalado que fue un gobierno de criminales y de allí su arrepentimiento por haber apoyado la dictadura. Este es un tema moral que deberían revisar todos los que aún justifican las barbaridades cometidas contra tantos compatriotas.

También en muchos análisis económicos de la dictadura, se ha desmitificado el gran proceso económico que supuestamente hubo cuando se asesinaba y torturaba a muchos chilenos. El desempleo en esos oscuros años alcanzó el 19%. En la mayoría de los países sudamericanos se implantó la economía de mercado, y si en algún momento se vivió un auge, sólo se debió a la "plata dulce". Afortunadamente para Chile, la alegría llegó, y gracias a la responsabilidad y buen manejo económico de los técnicos de la Concertación, el país ha tomó el rumbo del crecimiento como lo corroboran todos los analistas serios de Chile y el mundo.

Ahora, con la gran Michelle Bachelet, además del crecimiento económico, se le ha dado énfasis a lo social , reflejado especialmente en lo previsional, educacional y salud , con reformas e inversiones y gastos nunca antes vistas en la historia de chile.