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A muchos les gusta repetir "nunca mas". Ojalá que así sea, y nunca más se incite a la gente a usar la violencia y el odio como arma política, que fue lo que hizo la izquierda en los lejanos años de los sesentas. Y a decir y proclamar que el único medio para alcanzar el poder era la vía armada.

No creo que ningún ciudadano común desee que el país vuelva a sumergirse en un experimento socialista. Ya vemos en estos momentos, como se destroza nuestro vecino Bolivia. Y que después vengan las inevitables consecuencias de las medidas económicas descerebradas, las estatizaciones, las expropiaciones, las tomas de terreno y de fábricas. Y después como consecuencia la represión. Todo es un círculo vicioso. Hay que romper para siempre con eso.

La mayoría de los chilenos tiene buen criterio y sólo desea trabajar dignamente, en paz, y poder progresar y mejorar la situación personal y familiar, con tranquilidad social y sin delincuencia.

Pero, lamentablemente, quienes dirigen el país, son las cúpulas partidistas, verdaderas sectas no sintonizadas con los deseos de la gente, sino con sus propios intereses de poder. Y estas cúpulas capaz que dejen nuevamente que los extremistas puedan insertarse en la sociedad, con las consecuencias nefastas. Ya vemos la debilidad con que se reprime las asonadas incitadas por los fanáticos a propósito de cualquier evento, con resultado de incendios, destrucción de bienes, asesinato de carabineros.

A los "idealistas molotov" hay que reprimirlos con mano dura. Cuidemos la democracia. Después no andemos llorando.