Conocí a Alejandro en un curso de periodismo en zonas hostiles en Campo de Mayo, Argentina, en noviembre de 2004... Pero fue como si lo hubiese conocido toda la vida.
Le pusimos "Cachai", porque esa era la muletilla que usaba al hablar.
Y "Cachai" resultó un "loco lindo", en el amplio sentido de la palabra. Caía bien de presencia,
simpático, de risa fácil, lleno de anécdotas (sobre todo con líos de faldas) generoso como el que más, siempre hablando bien de todos, nunca una actitud mezquina y sobre todo apasionado del periodismo
y de su amada tierra de La Serena.
Cuánta alegría y cuántas risas nos causó "Cachai" en sólo una semana en Campo de Mayo.
Estos "locos lindos", como "Cachai", están siempre llamados a alegrar y dar buena onda a los que los rodean, a veces ocultando sus propios sufrimientos...
Son seres excepcionales, que no abundan mucho en esta tierra y, quizás por eso, Dios generalmente
los llama en forma prematura.
En fin, la vida continúa y seguramente "Cachai" nos está acompañando con su alegría desde otra dimensión...
Conocí a Alejandro en un
Conocí a Alejandro en un curso de periodismo en zonas hostiles en Campo de Mayo, Argentina, en noviembre de 2004... Pero fue como si lo hubiese conocido toda la vida.
Le pusimos "Cachai", porque esa era la muletilla que usaba al hablar.
Y "Cachai" resultó un "loco lindo", en el amplio sentido de la palabra. Caía bien de presencia,
simpático, de risa fácil, lleno de anécdotas (sobre todo con líos de faldas) generoso como el que más, siempre hablando bien de todos, nunca una actitud mezquina y sobre todo apasionado del periodismo
y de su amada tierra de La Serena.
Cuánta alegría y cuántas risas nos causó "Cachai" en sólo una semana en Campo de Mayo.
Estos "locos lindos", como "Cachai", están siempre llamados a alegrar y dar buena onda a los que los rodean, a veces ocultando sus propios sufrimientos...
Son seres excepcionales, que no abundan mucho en esta tierra y, quizás por eso, Dios generalmente
los llama en forma prematura.
En fin, la vida continúa y seguramente "Cachai" nos está acompañando con su alegría desde otra dimensión...
Javier Méndez, periodista