La declaración de monumento histórico y la calificación de constituir un bien protegido, no siempre ha resultado de valor al rescate urbano o a la preservación de alguna edificación o testimonio de nuestro pasado histórico. Por el contrario existen verdaderas bromas públicas y lugares o construcciones que resultan una burla a la letra de la misma designación.
Sin duda, estamos en una época de mucha parafernalia, donde casi todo lo público parece responder a acciones de marionetas con proyectos e implementaciones de utilería, por lo tanto hago rogativas porque estas viejas murallas que algún día albergaron a la insigne poetisa, pudieran seriobjeto de alguna mejora.
Santiago es ejemplo de muchos fiascos al respecto, el edificio histórico de El Mercurio, para cualquier visitante a la capital es una burla a la comprensión popular (viejos muros afirmados en pilares de burdo concreto, la iglesia Basílica del Salvador, que es soportada por unos postes de madera de eucaliptos entre las calles Huérfanos y Alm. Barroso (1873), decretado como inamovible por monseñor Canovas, el palacio Pereira (en Huérfanos con San Martín) . . . y para que seguir.
Esperemos que la intocabilidad que resultara de su próxima designación, no sólo corra a las palomas que la usan de hogar, sino que sirva de motivo para recordar un pedacito de historia de la nobel, que sólo fuera de su patria logró el real reconocimiento, y del cual muchos hoy pretender usufructuar.
ESPEREMOS QUE SEA DE
ESPEREMOS QUE SEA DE BENEFICIO . . . !
La declaración de monumento histórico y la calificación de constituir un bien protegido, no siempre ha resultado de valor al rescate urbano o a la preservación de alguna edificación o testimonio de nuestro pasado histórico. Por el contrario existen verdaderas bromas públicas y lugares o construcciones que resultan una burla a la letra de la misma designación.
Sin duda, estamos en una época de mucha parafernalia, donde casi todo lo público parece responder a acciones de marionetas con proyectos e implementaciones de utilería, por lo tanto hago rogativas porque estas viejas murallas que algún día albergaron a la insigne poetisa, pudieran seriobjeto de alguna mejora.
Santiago es ejemplo de muchos fiascos al respecto, el edificio histórico de El Mercurio, para cualquier visitante a la capital es una burla a la comprensión popular (viejos muros afirmados en pilares de burdo concreto, la iglesia Basílica del Salvador, que es soportada por unos postes de madera de eucaliptos entre las calles Huérfanos y Alm. Barroso (1873), decretado como inamovible por monseñor Canovas, el palacio Pereira (en Huérfanos con San Martín) . . . y para que seguir.
Esperemos que la intocabilidad que resultara de su próxima designación, no sólo corra a las palomas que la usan de hogar, sino que sirva de motivo para recordar un pedacito de historia de la nobel, que sólo fuera de su patria logró el real reconocimiento, y del cual muchos hoy pretender usufructuar.
Saludos
EBC