Las personas con trastorno bipolar varían mucho entre sí. Así, entre dos personas con trastorno bipolar puede que su funcionamiento sea extremadamente dispar y haya diferencias cualitativas enormes que hagan que difieran en cuestiones básicas. En los casos graves, incluso un buen tratamiento medicamentoso puede ser arduo y sin demasiadas garantías, siendo, por supuesto, incurable. El desequilibrio es tan grande que incluso alcanzada la estabilidad no se está en absoluto asintomático. Sólo existen recursos químicos para ello, aunque otros factores coadyuvan a la mejora, pero siempre son paliativos, no curativos, como por ejemplo la psicoterapia cognitivo-conductual, la psicoeducación y también el apoyo de grupos y familiares. Sí se da en algunos casos el hecho de poder disfrutar de periodos muy largos en que los síntomas son muy escasos, ya sea por que en ellos la bipolaridad sea más leve o porque, a pesar de que sea grave, por sus características los episodios estén más espaciados en el tiempo. Es tan sencillo como que se trata de un desequilibrio químico y como consecuencia el tratamiento es químico, por mucho que el entorno ayude o la disposición del enfermo sea muy constructiva.
Las personas con trastorno
Las personas con trastorno bipolar varían mucho entre sí. Así, entre dos personas con trastorno bipolar puede que su funcionamiento sea extremadamente dispar y haya diferencias cualitativas enormes que hagan que difieran en cuestiones básicas. En los casos graves, incluso un buen tratamiento medicamentoso puede ser arduo y sin demasiadas garantías, siendo, por supuesto, incurable. El desequilibrio es tan grande que incluso alcanzada la estabilidad no se está en absoluto asintomático. Sólo existen recursos químicos para ello, aunque otros factores coadyuvan a la mejora, pero siempre son paliativos, no curativos, como por ejemplo la psicoterapia cognitivo-conductual, la psicoeducación y también el apoyo de grupos y familiares. Sí se da en algunos casos el hecho de poder disfrutar de periodos muy largos en que los síntomas son muy escasos, ya sea por que en ellos la bipolaridad sea más leve o porque, a pesar de que sea grave, por sus características los episodios estén más espaciados en el tiempo. Es tan sencillo como que se trata de un desequilibrio químico y como consecuencia el tratamiento es químico, por mucho que el entorno ayude o la disposición del enfermo sea muy constructiva.