Giglio Cortés tiene 35 años, trabaja en un medio de comunicación de nuestra región y hace dos meses que comenzó a utilizar Facebook tras escuchar los buenos comentarios que esta herramienta genera en su círculo más cercano. Pese a lo anterior, dice no ser muy amigo de la Internet, producto del desaprovechamiento que muchos hacen de sus fortalezas.

Gracias a su incursión en el mundo Facebook, en este corto tiempo ha logrado encontrar a los antiguos amigos de la básica y a sus compañeros de la Universidad Arcis cuando estudió en Santiago. “Un amigo me envió un mensaje, después me llegaron muchos mensajes más y me di cuenta que tenía un medio con el cual me podía comunicar”.

Un día buscando amigos y leyendo diversas solicitudes, Facebook le dio una gran sorpresa. “Lo que más me impresionó fue cuando un día ingresé a Facebook y encuentro una solicitud de amistad de nada más y nada menos que mi hijo Pablo, al cual no veo desde hace 13 años”.

Hace 13 años Giglio se separó de la madre de su hijo, la cual se fue de la región junto a sus padres rumbo al norte. “Fue un problema familiar que nos distanció, yo los busqué pero no los encontré. En ese tiempo mi hijo tenía un año. Después rehice mi vida, me casé, tengo dos hijos y hoy mi hija mayor que sabe que tiene un hermano, siempre dice que ojalá lo podamos conocer, que es también mi deseo”.

“Apenas lo vi en Facebook me puse muy nervioso, porque es perfectamente un desconocido. Fueron millones de sensaciones juntas, con la típica comezón en el estómago. No supe que hacer y cerré la ventana. Toda esa noche pensé ¿Será él? ¿Qué pasará? ¿Me quiere reprochar cosas? ¿Hacer preguntas del pasado? Finalmente lo agregué.

Desde ese entonces, Giglio y su hijo Pablo han sostenido conversaciones muy coloquiales, pues está conciente que Internet no es la mejor instancia para poder conversar. “Quiero saber más de él para que podamos ser amigos, hasta que llegue el día en que podamos conversar como padre e hijo de todas las cosas que han pasado en este tiempo, ojalá muy pronto”.

Pese a no ser muy amigo de la Internet, ésta le ha dado una enorme sorpresa y felicidad. “Fue muy bonito y entretenido. Imagínate que es una herramienta que me ha servido montones, porque he encontrado gente que añoro y ahora mi hijo, simplemente espectacular”.

De seguro que así como Giglio, muchas otras personas en Chile y el mundo han logrado maravillarse con Facebook, la nueva herramienta que está seduciendo incluso a los más ajenos del mundo Internet.