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Mmmm.. a mi todo esto me suena un artilugio para establecer alguna norma o ley que le de seguridad a un banco a especular. Así como han creado un montón de leyes que parece que van en beneficio de los más desposeídos. ¿Acaso tiene sentido endeudar a alguien que no tiene?. Pareciera que no, pero si tiene sentido cuando ese alguien se compromete a pagar de a poco, así, a esa persona se le carga un interés que para nada representa el reajuste del préstamo, sino que es el costo de oportunidad del banco, pero que se le carga a la persona, por haberle prestado a él y no haber hecho otra inversión (es decir, el "riesgo" lo paga el cliente no el banco). ¿Pero qué sucede cuando se especula al respecto?. Por ejemplo, que si Piñera sale presidente, el País crecerá y las personas podrán endeudarse aún más, esto permitiría que los bancos se lancen a ofrecer créditos de bajas tasas a corto plazo (los años que dura un gobierno). Naturalmente, una jugada para ganar plata ahí, es ahorrar para comprar aquellos pequeños bancos que se lancen en esa carrera y no sepan recuperarse. En este tipo de especulaciones, pareciera ser que no hay reglas, tal como ocurrió hace muchos años atrás, cuando a uno se le ocurrió decir que ciertos bancos podrían tener problemas y la gente fue asustada a sacar su plata, haciendo precisamente quebrar a dichos bancos. Como conclusión, con la excusa de que los bancos no cometieran "esos" errores se creó el Banco Central, entidad que endeuda al estado. Seguramente, con todo lo que hoy ocurre se legislará en favor de la especulación, los riesgos y demás, tal vez para tener el control del futuro sobre todos aquellos que recién se incorporen a este tipo de negocios, de tal forma que los sin experiencia sean presa fácil de ser comprados, junto a la cartera de clientes endeudados. Así, sólo quedarán los bancos más fuertes con el control total sobre la población, amparados en leyes que la misma gente pedirá para "asegurar" su plata o el acceso a ella. En mi esperanza personal, si un banco quiebra, imagino que sus deudores quedan en libertad, pero naturalmente, hay quienes nos prefieren esclavos del dinero, aún.