Es deprimente conocer ciertos casos de violencia en las aulas y constatar que existen personas que en definitiva no están capacitadas o no son lasmás idóneas para impartir clases, como consecuencia de sus propias taras, inhibiciones, patologías psicológicas y otros. Casi no comprenden, ni se espera que lo hagan, que estamos viviendo tiempos diferentes en que los estudiantes del hoy tienen los derechos, no siempre reconocidos, inherentes a todo ser humano, todo siempre dentro del repeto y la dignidad que todos los hombres y mujeres se merecen.
Es deprimente conocer
Es deprimente conocer ciertos casos de violencia en las aulas y constatar que existen personas que en definitiva no están capacitadas o no son lasmás idóneas para impartir clases, como consecuencia de sus propias taras, inhibiciones, patologías psicológicas y otros. Casi no comprenden, ni se espera que lo hagan, que estamos viviendo tiempos diferentes en que los estudiantes del hoy tienen los derechos, no siempre reconocidos, inherentes a todo ser humano, todo siempre dentro del repeto y la dignidad que todos los hombres y mujeres se merecen.