Adorable Ser: Nicole y la alta fidelidad de su público

09 Octubre 2011

Oh no, la señora más grande que yo se acaba de colar frente a mí. Son cerca de las 2am, y la sala del Club Supra ya luce llena e impaciente ante el inicio de un nuevo show de la artista chilena Nicole en la región de Coquimbo.

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La fidelidad que existe entre esta cantante y su público es un caso que merece más análisis y algo más que un reconocimiento. Es esta fanaticada la que llenó un Teatro Teletón poco tiempo después que su contrato con Maverick expirara y su estadía en Chile se hiciera permanente, luego de varios años de viaje. Ellos mismos hicieron también que sus discos sean un éxito y sean puestos en las radios, gracias a la organización de su comunidad, y hasta llegar a dar forma a un reconocido documental hace algunos años, “Nicole: Pop del Sur”.

 Por su parte, la artista se muestra más que agradecida y retribuye el cariño con un estupendo show que ha mejorado con los años. Recuerdo cuando hace algún tiempo se comentaba su fragilidad sobre el escenario… debe ser la carretera la que ha hecho que esta rubia cantante demuestre un gran desplante y una buena performance, apoyada por una estupenda banda que cuenta entre otros, con el multinstrumentista Cuti Aste (grande!).

 Con un concierto de una hora de duración, Nicole dio en el gusto a todos con un repertorio que se paseó cómodamente con canciones para fanáticos como “Hablame”, recuerdos que nos hicieron echar una miradita al carné (“Esperando nada” y “Extraño ser”), un paso por su infancia con una sentida versión rock de “Tal vez me estoy enamorando” (su primer éxito cuando tenía.. 13 años!) y obviamente, los éxitos coreados por todos como “Despiértame”, “Culpables”, “Noche” y (una versión rock a-la-Coldplay de) “Dame luz”.

La noche cierra con su último single a la fecha, que pronostica los buenos tiempos que se avecinan para esta artista, “Hoy”.

 La mujer de rulos que se puso frente a mí desapareció ya hace un buen rato y dejó de golpearme con su botella de Corona en mis piernas, y el público se desplaza para comenzar a bailar. Todos con una sonrisa que llega a producir margaritas: este no es el objetivo de la música Pop, ¿no?.