Buenas conversaciones, buenos futuros
Callejón: caminos y recovecos
Presentado el pasado 18 de enero en Santiago junto a Erick Polhammer y otros connotados poetas, el libro de Juan Soñador Rivera nos muestra como evoluciona un discurso que puede transformarse en una llamada de atención a los poderes dominantes
Karen Pesenti >
authenticated user CorresponsalCallejón: caminos y recovecos libro publicado bajo el alero de la editorial regional Alicanto Azul, nos muestra como el poeta social encuentra los medios para hacerse escuchar. Si queremos hablar de evolución, este libro vale la pena leerlo. Juan Soñador Rivera es el creador de una especie de resistencia ecológica para el Valle del Huasco, casi la voz de esta protesta que grita en contra de las mineras que destruyen su amado y hermoso
Valle, secando y ensuciando el rio que recorre dicha zona.
No obstante; "Callejón: caminos y recovecos" no es solo poesía con un tono político-denunciante; sino poesía con sentido y un poeta con un discurso potente, que incluso sufrió el corte de su micrófono mientras se
presentaba en la pasada Feria del Libro de Copiapo. Juan Soñador nos habla desde su amado Huasco, donde el amor se mezcla con la protesta y el lenguaje de la calle.
Aun así la obra es difícil de definir, no solo por la diversidad del tema tratado, sino por la potencia del hablante que poseen al poeta, de esta forma nos encontramos como poemas que nos roban las lagrimas como es
"identidad" o poemas que nos recuerdan a algún poeta perdido como "Besada" y otros mas lúdicos como "Materias de amor".
En este libro el Soñador se pasea por todos los temas que un poeta puede tocar. Sin embargo su evolución y crecimiento se puede palpar. "Callejón: caminos y recovecos" es un libro que debe estar en las casas de todo
Atacameño que siente y sufre la destrucción de su amada región.
"Identidad"(fragmento)
Yo soy indio, soy Indio de la selva discriminatoria del mundo
Tengo la piel morena ya aquello es orgullo
Hablo un poco mal y ruda es mi faz
Las mechas las tengo tiesas y a veces no me lavo la cara triste
Tengo apellido Wiulantay Y soy mas chico que la esperanza
Mis uñas están grises y negras y me cuesta llegar temprano a
casa
Me farreo la poca plata que sudo y me refresco el calor del menos precio
con
un aguardiente
Digo disparates a quien ofende mi casa.
Nunca he robado ni estoy en políticas desvergonzadas
Yo nunca he mentido al pueblo, a mi pueblo, de mi pueblo, viniendo
del
pueblo ni tengo un puesto público para aumentar la riqueza en
desmedro de
ellos.