Los riesgos del entrenamiento sin supervisión adecuada

En el último tiempo se ha masificado el entrenamiento deportivo en las plazas, a cargo un instructor que dirige las clases a un grupo de alumnos. Si bien muchos destacan el beneficio de entrenar al aire libre ocupando espacios públicos, no se dimensionan los riesgos que esto puede ocasionar, al no contar con un profesional experto.

“Uno de los principales puntos negativos de entrenar sin supervisión adecuada es que no se puede saber con certeza qué preparación tiene el profesor que dirige la sesión y si tiene estudios específicos en la materia”, comenta Eduardo Fuentes, head coach del centro de entrenamiento funcional SpeedWorks.

Lo que más resalta Fuentes es que, en caso de producirse una lesión, la persona que está entrenando no tendrá garantías ni habrá responsabilidades, “ya que no hay ninguna empresa que respalde el trabajo”.

Otro punto importante es que las plazas y los lugares públicos no son el mejor lugar para entrenar, ya que hay muchos agentes distractores y la calidad de la clase no es la óptima. Además, señala el experto, “no existen baños ni duchas, por lo que se hace poco higiénico”.

Entrenamiento solitario

Por otra parte, hay que considerar que el entrenar por cuenta propia también es riesgoso. “Los errores frecuentes en los que cae la gente son problemas con la secuencia lógica de movimientos en el calentamiento y en los tipos de carga que realiza”, añade Fuentes. Además, resalta que el no saber cuándo hidratarse y cómo dosificar el trabajo físico también puede producir lesiones.

¿La recomendación? Trabajar con un profesor de educación física que tenga conocimientos de entrenamiento funcional, realizar las cargas y pausas correspondientes, hidratarse y nutrirse bien.