Guerra de destinos: El que comunica primero ¡Gana!

Septiembre, diciembre o enero; son muchas las fechas que los expertos vaticinan como el comienzo de la actividad turística interna en nuestro país, de manera lenta, progresiva, con bajo gasto p/p en territorio, más digital, más higienizada, y por sobre todo, con una demanda cada vez más importante de nuevos lugares a visitar.

Nace por ello un nuevo concepto turistólogo: “destinos de proximidad”. ¿De qué estamos hablando?

Entendemos, en términos prácticos, este nuevo concepto de destino de proximidad como aquel espacio turístico, cercano a un mercado emisor importante, no posicionado en su totalidad, tal vez con una oferta turística espontánea y no planificada, pero con una sumatoria de atractivos importantes.

Aquellos bastarán para atraer a centenares de turistas que ya no estarán dispuestos a trasladarse a los destinos tradicionales, por miedo al contagio, en este caso del nefasto y poco amigable COVID-19.

Ahora bien, se proyecta la nueva “guerra fría” entre destinos consolidados v/s destinos de proximidad. El que comunica de manera efectiva su oferta, ganará.

Post COVID no es de extrañar que se posicionen nuevos destinos incipientes a nivel nacional y regional, con menos gasto en el territorio, con una oferta poco planificada en su mayoría, liderados tal vez, por agrupaciones de microempresarios o municipios que verán en la visita de turistas una nueva palanca de desarrollo para sus localidades.

Estos “nuevos destinos” seguramente serán poco conocidos en el inconsciente de viajero actual. ¡EJEMPLOS!

Oferta turística de espacios como Caleta Chigualoco y la Ruta del Cuarzo en el Choapa; Caleta el Toro, el corredor geoturístico Quebrada Seca - Ovalle y/o la Ruta de los Parque Eólicos en el Limarí; la Ruta de los humedales de Tongoy, el circuito de trekking costero de El Panul en Coquimbo, etc.

Los destinos posicionados de nuestro país tendrán una dura pelea con este nuevo actor denominado de proximidad. Ganará quien tenga la capacidad de comunicar de manera efectiva y estratégica el territorio, y el que trabaje siempre de la mano con el tejido empresarial local.

Este trabajo asociado atraerá a más y mejores turistas, en conjunto con un plan de medios bien pensado. Asegurará la victoria.

El momento de los destinos de proximidad, de poca densidad poblacional, con inexistencia de carga turística ha llegado para quedarse, y será actor relevante.

En resumen, no necesitamos a Gokú, ni algún súperhéroe para salvar la industria, como se lee por ahí. Sólo un buen plan de medios, una oferta turística integrada y un buen turistólogo, y ganamos por K.O.