Fundación Chile: Resultados del Simce TIC reafirma necesidad de fortalecer las competencias digitales de los docentes

12 Noviembre 2014

La clave para romper el círculo vicioso de desigualdad entre alumnos de GSE más altos respecto aquellos en condición más vulnerable son los docentes, quienes fortaleciendo sus competencias y adecuando sus estrategias educativas en el aula, podrían hacer la diferencia.

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El 46,9% de los escolares chilenos son capaces de usar las tecnologías de la información y comunicación (TIC) solo en una forma básica, según los resultados de la prueba Simce TIC 2013, dados a conocer por Enlaces del Ministerio de Educación. La prueba mide el nivel de desarrollo de habilidades para el aprendizaje mediante el uso de las TIC como buscar, evaluar, seleccionar e integrar información.

La medición también reafirmó las diferencias que ya se había observado en su aplicación en 2011: en esta ocasión, los estudiantes del grupo socioeconómico alto alcanzaron un promedio de 289 puntos, mientras que aquellos del segmento bajo solo obtuvieron en promedio 219. El promedio nacional en la prueba fue de 247 puntos.

Esta evaluación demanda habilidades de orden superior que, históricamente han estado asociadas al aprendizaje y que hoy, por el tipo de competencias que exige la sociedad actual, emergen con más fuerza, señala Paulina Cornejo, jefa del programa Escuela y Liceo Digital de Fundación Chile. “Los estudiantes son muy hábiles en usar la tecnología para jugar y comunicarse con sus pares, sin embargo, desarrollar las habilidades necesarias para aprender, requiere el acompañamiento del docente o de un adulto que le pueda mostrar todas las oportunidades educativas que éstas ofrecen y, de una forma mucho más atractiva”, agrega.

En esa dirección, uno de los elementos clave para avanzar en un mejor uso de las tecnologías de la información por parte de los estudiantes, es fortalecerlas competencias de los docentes. “los profesores, lo digo en plural porque la diversidad de este cuerpo profesional es amplia, deben usar las tecnologías sin miedo, hasta adquirir la soltura que le permita ver el potencial educativo que tienen. Eso integrado a su estilo personal de enseñanza, es la base para iniciar el camino de la innovación en la sala de clases”.

En su experiencia en terreno, prestando asesoría a escuelas y liceos de distintas regiones del país, la especialista ha detectado que los profesores conocen superficialmente las potencialidadesde  las nuevas tecnologías para desarrollar su labor.  De hecho,en muchas ocasiones tanto directores como profesores afirman que sí usan las tecnologías. “No obstante, ellos se refieren a la proyección de textos enel powerpoint. En muchos casos, su clase sigue siendo frontal, expositiva, sin generar espacio para la participación, la reflexión ni lo desafía a construir el conocimiento”, explica.

Ante ese escenario, la encargada del Escuela y Liceo Digital estima que “sería injusto exigirle a los profesores que avancen por sí solos en este ámbito. Tenemos un currículum muy exigente, pocas o nulas horas para planificar y, aún menos, para dominar estas nuevas herramientas; ensayar, errar y aprender de la experiencia”. En ese sentido, señala que los docentes necesitan acompañamiento y modelamiento,para ajustar sus estrategias metodológicas a los estudiantes de hoy y a las demandas de la sociedad actual.

La aplicación de las tecnologías de la información en el aula favorece el trabajo colaborativo, la flexibilidad, la personalización de la enseñanza a través de la integración de diversos recursos para resolver una tarea. “Esa es la tendencia hacia donde va el mundo productivo, y las relaciones entre las personas. Hoy nadie discute que el trabajo en equipo y la diversidad, generan resultados más satisfactorios”, dice Cornejo.