Candidatos de la Alianza evitan marcar sus diferencias en segundo debate

21 Junio 2013
En un segundo debate, los candidatos presidenciales de la Alianza, Pablo Longueira y Andrés Allamand, evitaron directamente las confrontaciones y se negaron a marcar las diferencias en sus candidaturas.
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Pasadas las 22 horas se dio inicio al segundo debate de pre candidatos presidenciales de la Alianza, de cara a las primarias del 30 de junio.

El periodista Mauricio Bustamante interpeló a Andrés Allamand y Pablo Longueira por las críticas desprendidas del debate anterior, en el que no se habría marcado las diferencias entre uno y otro.

Sin embargo, tanto Longueira como Allamand evitaron en confrontamiento e incluso el candidato UDI manifestó que, “no tiene ningún sentido buscar las diferencias”, apuntando a que la ciudadanía tome una decisión entre los dos basada en sus personalidades y  trayectorias políticas.

En ese sentido, Longueira enfatizó que lleva “toda una vida” construyendo la “centroderecha popular en Chile” y recordó las cinco elecciones en las que ha resultado vencedor y su paso por campamentos y poblaciones a lo largo del país. “Le  estoy cambiando la vida a la gente que sufre”, concluyó el candidato.

Mientras, Andrés Allamand señaló que posee una “visión más integrada” y que su carrera política empezó un  poco antes. Además, señaló que participó activamente del llamado “acuerdo nacional” de 1985, que habría sido el primer paso para “terminar bien con el gobierno militar”.

Pero el abanderado de Renovacióm Nacional también evitó las diferenciaciones entre una candidatura y otra, aduciendo que para estas elecciones presidenciales “necesitamos todas las derechas, todos los centros y todos los independientes que podamos juntar”.

Posteriormente, los candidatos comentaron diversos temas de la contingencia nacional, como el cambio de nombre de la Avenida 11 de Septiembre, iniciativa que intentan llevar a cabo los vecinos de la comuna de Providencia. Mientras Allamand declinó dar su opinión personal sobre el tema, Longueira señaló que dejaría el nombre tal como está, apelando a que también existe la Avenida Salvador Allende “siendo que muchos piensan que fue el peor gobierno que tuvo nuestro país”.

Respecto de la necesidad de una nueva Constitución, ambos candidatos se mostraron renuentes. Longueira insistió en que nada justifica la idea de una Asamblea Constituyente, proveniente a su juicio de Michelle Bachelet y el Partido Comunista.

Fue en el tema de las reformas al sistema de pensiones donde se marcó la diferencia más significativa entre el candidato UDI y su par de RN. Para Longueira “las pensiones están vinculadas estrictamente al mercado laboral”, por lo que estas aumentarían automáticamente al incrementarse las ofertas de trabajo. Por ello, el candidato señaló que “quiero ser el presidente del empleo”.

Pero Andrés Allamand propuso aumentar las cotizaciones previsionales del 10 al 13 por ciento, siendo ese 3 por ciento un aporte del empleador. Así, para el candidato se podrían alcanzar pensiones equivalentes al 70 por ciento del sueldo de los últimos meses de trabajo.

Además, para el candidato RN  es urgente terminar con la subcotización, apuntando específicamente a los miles de funcionarios públicos que trabajan durante años con boletas de honorarios, sin cotizar. También habló de incentivar que la gente permanezca en el sistema laboral por más años que la edad de jubilación actual.

En el ámbito de la desigualdad social, Allamand disparó en contra de la reforma tributaria propuesta por la candidata Michelle Bachelet, calificándola de un “impuestazo” que “lo único que va a hacer es perjidicar a las pymes, el empleo y el crecimiento”.

Para el candidato RN, la lucha contra la pobreza va de la mano con la disminución de la desigualdad, por lo que propone una educación temprana y de calidad, emprendimiento, y fin a los monopolios, ejemplificando esto último al criticar la prohibición de vender medicamentos en lugares distintos a las farmacias.

Pablo Longueira, en tanto, manifestó la necesidad de habilitar un Sernac de la salud y otro de la educación, para terminar así con los abusos.

Por Oriana Miranda.