Cien días con vocación de servicio

21 Junio 2010
La vocación, más allá de su significado de llamamiento, inclinación o a veces inspiración, involucra además sentimientos de gusto, agrado y cariño por la tarea o labor que se realiza. Por Iván Espinoza, Seremi de Gobierno
Iván Espinoza B. >
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Cuando se analiza desde la perspectiva de la fe, es posible entender en su dimensión más plena el significado de “la vocación de servicio”, aquella vocación que impulsa a un joven a ingresar a un seminario para formarse en la fe y frente a cuyo ejemplo no nos queda duda que la vocación es un llamado muy potente. Tal como Gandhi lo expresaba con mucha sabiduría, “la vocación de servicio es una de las cosas más difíciles de encontrar en las personas, pero en ella, uno se encuentra a si mismo y se pierde en el servicio a sus semejantes, a su país y a su Dios".
Si bien el gobierno cumplió sus primeros 100 días de trabajo, los equipos de gobierno de las regiones recién están cumpliendo sus primeros 75 días y en este corto período se ha logrado constituir un equipo eficiente, con gran espíritu de cuerpo y que en forma muy particular y con un estilo muy propio, ha cerrado filas con el Presidente de la República, con el proyecto de gobierno que él encabeza y en la Región con quien lo representa, el Intendente.
Quienes fuimos distinguidos para asumir esta tarea, sellamos nuestro compromiso de servicio, impregnados de una filosofía de trabajo en torno a cinco principios fundamentales: Vocación, Idoneidad, Lealtad, Innovación y Excelencia.
La vocación, porque más allá de su significado de llamamiento, inclinación o a veces inspiración, involucra además sentimientos de gusto, agrado y cariño por la tarea o labor que se realiza.
La idoneidad, no sólo como un concepto asociado a la capacidad o la competencia profesional, sino que además vinculada de manera trascendente a la disposición, a la habilidad y a la personalidad del individuo.
Cuando hablamos de la lealtad, no sólo la asociamos a la fidelidad, sino que la proyectamos hacia la rectitud, la sinceridad y la perseverancia.
La innovación la asumimos como sinónimo de cambio o transformación, pero además la prolongamos con miras a los fenómenos de modernidad, descubrimiento e investigación.
Por último, la excelencia como camino de perfección, la concebimos como nuestra máxima aspiración: "la calidad".
Enmarcados en estos principios, hemos asumido el compromiso de trabajar incansablemente por la gente de la región de Coquimbo y para cumplirlo, debemos estar cerca de las personas, escuchar sus inquietudes, canalizar sus anhelos, buscar las mejores soluciones pero siempre con la verdad, aunque en ocasiones sea dura.
Esta es la única manera en que logremos, tal como lo señaló el presidente, un Chile en que todos puedan realizarse como personas, cumplir sus proyectos de vida y encontrar la felicidad. Este no es un desafío imposible para quienes amamos con pasión a nuestra patria y tenemos la firme voluntad de transformar este sueño en una realidad. Esa es la gran misión que hoy enfrentamos.

Y esta misión es de todos, no sólo de aquellos que hoy estamos en tareas de gobierno, porque necesitamos más que nunca la unidad entre gobierno y oposición y esta unidad no significa confundir roles ni renunciar a valores, principios o convicciones. Significa simplemente no olvidar que, más allá de nuestras legítimas diferencias, existe una causa y misión más noble que nos une: hacer grande a Chile y facilitar los caminos hacia una sociedad de oportunidades, seguridades y valores, que nos facilite la búsqueda de la felicidad.
Este es el mayor compromiso que ratificamos en los primeros 100 días de gobierno.