10 chilenos a salvo tras de naufragio de crucero en Italia

Diez ciudadanos chilenos viajaban en el crucero Costa Concordia, que en la noche del viernes encalló en la costa de la isla de Giglio en Italia, accidente que dejó al menos tres fallecidos y decenas de heridos y desaparecidos.

Según el consulado chileno en Roma, el grupo se encuentra en buen estado pero “muy asustados y angustiados por todo lo que sucedió”.

“El problema del barco significó salir solo con lo puesto”, dijo la cónsul Karina Concha al canal 24 Horas.

“No tengo exactamente los nombres, en estos momentos me traslado a los hoteles donde están ellos. Nosotros como consulado le vamos a prestar toda la ayuda que sea necesaria en documentación y lo que sea necesario. También a sus familiares vamos a informar que ellos se encuentran en buen estado”, añadió.

El Costa Concordia, perteneciente a la compañía Costa Cruceros, naufragó con 4.229 personas a bordo, entre pasajeros y la tripulación. El fallecimiento de tres personas fue informado oficialmente, mientras se han reportado 40 heridos y 70 desaparecidos.

La nave realizaba un crucero por el Mediterráneo que se inició en el puerto de Civitavecchia (centro de Italia) y continuaba al norte en Savona. Luego, contemplaba Palermo, Cagliari, Palma de Mallorca (España), Barcelona (España), Marsella (Francia) y el retorno a Savona.

Sin embargo, dos horas después de salir de Civitavechia (21:30 hora local, 17:30 de Chile) y mientras se encontraban cenando, los pasajeros sintieron un fuerte golpe y escucharon sirenas de pesqueros y silbidos de los marineros.

En medio de la oscuridad, fueron informados de que se trataba de un problema eléctrico, pero el barco comenzó a escorarse hacia un lado e incluso algunas personas se arrojaron al mar.

Distintos testigos aseguraron que la reacción de la tripulación fue lenta. Una de las chilenas, Vivianne Parra, afirmó que “nunca se nos informó de la gravedad del accidente”.

“En todo minuto se nos negó, incluso hubo algunos chilenos que salieron tipo 2:30 de la mañana del barco, siendo que el accidente fue tipo 10 de la noche. En el bote que íbamos, la tripulación no podía sacarlo y estuvimos encajados mucho tiempo. Cortaron las amarras con hacha. Era horroroso. Los niños llorando, la gente se desesperó, en un minuto nos dijeron que teníamos que volver a los camarotes”, relató.

“La verdad es que no entendemos nada. No sabemos por qué se esperó tanto para desembarcar a la gente”, agregó Vivianne Parra.

Los pasajeros de la nave fueron llevado a la isla de Giglio, donde alojaron en la iglesia, centros deportivos y casas del centenar de habitantes del lugar.

El Costa Concordia encalló por motivos que aún se desconocen y permanece escorado a 80 grados en una zona arenosa cuya profundidad es de 30 metros.