Con 7 nuevos diáconos permanentes cuenta la Iglesia en La Serena

31 Diciembre 2019

Los ordenados provienen de comunidades eclesiales de Coquimbo, Vicuña, Andacollo y la capital regional.

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Una verdadera fiesta de fe se vivió el sábado 28 de diciembre en la Catedral de La Serena. Y es que, en celebración eucarística presidida por el Arzobispo René Rebolledo, fueron ordenados 7 nuevos diáconos permanentes a disposición de los valles Elqui y Limarí. 

Noticia que significó gran alegría para las comunidades "Inmaculada Concepción" de Vicuña, de donde proviene el nuevo diácono Juan Rodríguez, como también el Santuario "Ntra. Sra. del Rosario" de Andacollo, donde servirá Gustavo Castillo y la parroquia "Sagrada Familia" de Sindempart, a la cual pertenece el recién ordenado Alfredo Torres. 

Mismo regocijo sintieron quienes acompañaron a Carlos Rubio, de la parroquia "San Isidro" del sector La Pampa en la capital regional, al igual que a Armando Álvarez, Carlos Orellana y José Varela, de la comunidad "Ntra Sra. de Lourdes" de la ciudad colonial. 

En la especial celebración, además, estuvieron presente familiares y amigos de los nuevos consagrados, así como también el P. José Luis Flores, Director de la Escuela Diaconal Arquidiocesana “San Lorenzo”, entidad a cargo de la formación de los candidatos a recibir este ministerio, quien comentó que "ser diácono significa servir. Que la comunidad arquidiocesana tenga siete nuevos servidores es una verdadera bendición y fruto de un trabajo a largo plazo. Su tarea fundamental será asistir al desvalido y proclamar la Palabra de Dios en todo momento y lugar, con entrega generosa y esperanza. Sin duda es un motivo de gran alegría para ellos y sus comunidades”.   

PREPARADOS PARA SERVIR

Uno de los que recibió el ministerio diaconal fue Juan Rodríguez, quien se refirió al sentido que tiene este llamado de Dios, quien lo hace "a lo largo de la vida, en distintos momentos y de diferentes maneras. En uno de ellos lo escuché y le dí un sentido, transformando mi forma de vivir. Esto, en lo personal, ha sido positivo y alentador, a pesar de tener debilidades, flaquezas y dudas. En el camino de formación uno fortalece la convocatoria hecha por el Señor y me pone muy feliz el entregarme como su servidor”.    

En tanto, Armando Álvarez, pidió al Señor “me conceda las fuerzas para servirle a Él y a su pueblo de la manera más fiel posible, donde la tarea de evangelizar y llevar su Palabra es lo más importante. La acción social también es un aspecto que me gustaría acentuar en mi apostolado, sobre todo con los más necesitados, enfermos, migrantes, entre otros, entregando un testimonio de Cristo servidor”.