Crisis política marca primer año de gobierno

11 Marzo 2015

Analistas realizan un balance del primer año de gobierno de Michelle Bachelet, el cual ha estado marcado por las reformas estructurales que la administración de la Nueva Mayoría presentó en marzo de 2014 y los escándalos Penta y Caval.

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Un año se cumple desde que Michelle Bachelet vistiera por segunda vez la banda presidencial, ante el Congreso pleno, el 11 de marzo de 2014. La Presidenta llegó al Palacio de La Moneda con un programa de gobierno en el cual se proyectaban tres reformas estructurales que debían ser los ejes de su administración: Las reformas tributaria, educacional y una nueva Constitución.

A marzo de 2015, de estas tres medidas, la Reforma Tributaria fue aprobada en septiembre del año pasado, luego de un complejo proceso que incluyó una transformación importante de la iniciativa en el Senado, después que en la Cámara se aprobara sin grandes matices con respecto de lo enviado por el Ejecutivo, y la recordada “cocina” en la cual, con la intervención del senador (DC) Zaldívar, y el ex ministro de Economía de Sebastián Piñera, Juan Andrés Fontaine, entre otros, se llegó a un consenso en materias como la regulación de las rentas atribuidas, y los cambios en el FUT.

Para el profesor de Derecho Tributario de la Universidad de Chile, Gonzalo Polanco, estas concesiones que el Gobierno hizo en la discusión del proyecto, no deben ser vistas desde un punto de vista negativo, en la medida que de eso se trata el juego de la democracia, si bien cree que puede haber existido un perjuicio inicial en su legitimidad.

Sin embargo, desde el punto de vista técnico, Polanco sostiene que el Gobierno se dio cuenta de los problemas y dificultades que el proyecto original tenía y que fueron subsanadas en el proceso legislativo, como, por ejemplo con el FUT, el que incluso ha sido cuestionado a posteriori a partir de lo ocurrido con el caso Penta, no obstante para el jurista no existen estudios que demuestren un abuso generalizado de ese recurso tributario.

“Algo parecido sucedía en la discusión de la Reforma Tributaria, en donde se señalaba que el FUT estaba siendo groseramente abusado, sin embargo si uno entraba en la discusión técnica, se podía dar cuenta que los estudios que se adujeron señalando que el FUT estaba siendo abusado, no eran concluyentes para poder determinar si este abuso era generalizado o no. En consecuencia yo creo que el caso Penta no cambia radicalmente la evaluación”.

Para el economista del Instituto Libertad y Desarrollo, Francisco Klapp, la Reforma Tributaria significa un vuelco importante en esta materia, lo que explica los plazos que se impusieron para que entre en vigencia la totalidad del cuerpo legal, el que recién en 2017 estará plenamente operativo, aunque hasta el día de hoy, a juicio de Klapp no hay certeza sobre cómo se ejecutará esta reforma.

“Generamos un nivel de incertidumbre increíble. Entre abril y septiembre estuvimos discutiendo una reforma que no sabíamos cómo iba a terminar, que yo diría que incluso hasta el día de hoy no tenemos tan claro cómo funciona, y que por lo menos hasta, más o menos, la mitad de la tramitación imponía un nuevo sistema a todas las empresas de Chile, o sea le estabas diciendo a todas las empresas que debían cambiar la forma en que pagaban sus impuestos, y eso es tremendo, y es un cambio nada trivial”

En materia educacional, la presidenta de la FECh, Valentina Saavedra, si bien estima que hubo avances en cuanto a las demandas del movimiento estudiantil, como la inminente eliminación del DFL-2, o la aprobación del proyecto que pone fin al lucro, selección y copago, de todas maneras el Gobierno perdió una oportunidad de realizar una reforma profunda en este ámbito.

“Creo que se desaprovechó una oportunidad histórica de hacer una reforma estructural real, pero claro el dejar a los colegios como corporaciones sin fines de lucro, ahí hace lo básico también, pero igual hay que entender que en Chile ni lo básico lo teníamos, pero en esta oportunidad histórica se pudo haber erradicado el lucro en su totalidad, y vemos que esa no fue la posición que va ganando en este Gobierno”.

Uno de los problemas más graves que ha debido enfrentar la Administración Bachelet en este año de gobierno, es sin lugar a dudas el llamado caso Caval, en el que está involucrado su hijo, Sebastián Dávalos, junto a su señora, Natalia Compagnon, por el crédito de 6 mil 500 millones de pesos que solicitaron al Banco de Chile, para comprar unos terrenos en la comuna de Machalí, y luego revenderlos en 9 mil 500 millones de pesos, a la espera de que cambiara el Plan Regulador de la comuna, y que fuera entregado por intercesión del vicepresidente de la institución, Andrónico Luksic.

Esta situación ha repercutido fuertemente en la popularidad de la Presidenta, siendo la encuesta Cadem la última medición que se ha hecho sobre su imagen frente a la ciudadanía, la cual marcó un descenso de 18 puntos en su nivel de aprobación para marzo de 2015, respecto del mismo mes del año pasado: de un 52 por ciento de aprobación, bajó a 34 por ciento.

Marta Lagos, directora de Latinobarómetro, sostiene que si bien el caso Caval tiene incidencia en los niveles de aprobación de la Presidenta, esta situación responde a un fenómeno mucho más profundo, incluso a nivel regional, y tiene que ver con las crecientes expectativas que tienen los ciudadanos, y que se traducen en que el umbral de tolerancia a las irregularidades de los gobiernos, es cada vez más bajo, lo que se traduce en estas cifras.

“Las expectativas de la gente eran menores. La gente se satisfacía con mucho menos. Lo que era tolerable hace diez años atrás, hoy día es completamente intolerable. Son las mismas cosas que suceden, pero la reacción de la gente es distinta, entonces me parece que esa es la primera apreciación que hay que hacer antes de empezar a mirar los números”.

Jorge Ramírez, Coordinador del Programa Sociedad y Política de Libertad y Desarrollo, sostiene que el caso Caval representa el primer golpe directo a la imagen de la Presidenta, lo que ha desnudado, según su opinión, la fragilidad del Gobierno, que estaría excesivamente centrado en la figura de Bachelet, por lo que es una prueba compleja de enfrentar para el oficialismo.

“Por otra parte hay un déficit político, porque es un gobierno demasiado centrado en la figura de la Presidenta Bachelet, y el caso Caval es muy decidor de aquello, o sea cuando la crisis la golpea a ella, el sistema no tiene cómo reaccionar porque es un sistema unidependiente. Salvo en la crisis de los pingüinos en 2006, donde se vio ella directamente involucrada, siempre los cuestionamientos al Gobierno de Bachelet fueron a su círculo de poder o a los partidos que la rodeaban, y por eso mismo ella operaba con esta especie de teflón, en la cual todas las crisis y conflictos no la afectaban”.

En cuanto a otras medidas que se han aprobado en el transcurso de este año, una de las más importantes fue el cambio del sistema electoral Binominal, por uno proporcional corregido, el cual si bien ha generado algunas críticas, en general se reconoce que es una mejoría con respecto a lo que había antes.

Asimismo, el fin de semana recién pasado se anunció la creación del Ministerio de la Mujer y Equidad de Género, que viene a reemplazar al Sernam.

Finalmente, la reforma que se comenzará a analizar este año, es la nueva Constitución, una demanda crucial para muchos partidos que conforman la Nueva Mayoría, y en la cual existen discrepancias al interior del oficialismo sobre el mecanismo a través del cual se redactará la nueva carta fundamental, a través del Congreso ya establecido, o con el establecimiento de una Asamblea Constituyente.

En este sentido, el analista político Alfredo Joignant sostiene que si bien no existe certeza de que la discusión de una nueva Constitución se vaya a realizar en el corto plazo, sí estima que la ciudadanía está bastante crispada con la clase política, lo que haría necesario emprender una reforma en este sentido.