En la senda del astroturismo

Chile alberga más del 40% de la observación astronómica del planeta. Por eso es que coloquialmente se le llama “los ojos del mundo”.
Antofagasta, Atacama y Coquimbo son las regiones del país que concentran las zonas en donde los turistas se entregan a la contemplación del universo.
Si en 2016 el flujo de personas que arribó al país para mirar estrellas llegó a un total de 226 mil, se espera que la cifra se triplique a mediados de la próxima década.
Correlativamente, este 2019 y en los dos años venideros habrá eclipses totales de sol. Por esa razón, el arribo de personas interesadas en el astroturismo se incrementaría durante este periodo.
Coquimbo, denominado como “Región Estrella” lanzó entonces la “Hoja de Ruta del Astroturismo en Chile 2016- 2025”, iniciativa que se propone nada menos que convertir a Chile en la zona más relevante del mundo en donde se pueda observar el universo.
Es en ese escenario, habida cuenta de que el turismo sostenible y el patrimonio cultural son sectores en donde opera Doble Impacto, que este proyecto de banca ética en Chile afirma que puede jugar un rol central. Esto porque si la actividad turística es una manera de relacionarnos como sociedad, la cultura moldea la forma de vivir dicha experiencia, entendiendo al entorno y la comunidad como claves.
Según explica la subgerente de negocios del área en Doble Impacto, Lucila González, el foco es pensar el turismo como una actividad sostenible, en donde se trabaje con las comunidades y se respete la cultura local.
La experta del área también habla de prácticas que mitiguen el efecto medioambiental que conlleva la actividad turística, en cualquiera de sus derivaciones, como en este caso el astroturismo.
González dice que Doble Impacto tiene el valor de financiar de manera responsable, evaluando si el crédito es la herramienta que va a impulsar el crecimiento de un determinado proyecto.