A esto se debe las abundantes precipitaciones este 2017 en la Región de Coquimbo

03 Agosto 2017

“Este año ha sido excepcionalmente lluvioso”, definen los expertos, además de detallar la razón de aquello. 

Equipo El Obser... >
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Durante el presente invierno hemos tenido precipitaciones que, acumuladas, han superado los 100 mm en diferentes partes de la Región de Coquimbo, según indican las estaciones del centro científico CEAZA.

Esta situación ha superado varios de los promedios anuales en la zona (ej.: promedio anual La Serena: 86,7 mm, fuente: Dirección Meteorológica de Chile). Lo curioso es que si tradicionalmente este tipo de escenario meteorológico se ha relacionado al evento El Niño, esta vez pareciera que ese fenómeno no ha sido el causante.

Así lo explica Luis Muñoz, meteorólogo del CEAZA, quien afirma que existen otras situaciones atmosféricas que también pueden generar el alza en la pluviosidad y en los aportes nivales. “Este año ha sido excepcionalmente lluvioso debido a que fuimos afectados por unas intensas fases 8 y 1 de la oscilación de Madden-Julian durante el mes de mayo principalmente”, señala.

El profesional detalla que la Oscilación de Madden-Julian se asocia a la variación de distintos parámetros meteorológicos en la zona tropical del planeta. Detalla que se puede observar a través de anomalías o diferencias fuera del registro histórico de temperatura del aire, de la humedad, del viento y de la presión atmosférica, entre otras, con consecuencias en distintos lugares del planeta, incluyendo la Región de Coquimbo. Además añade que su evolución va de 30 a 60 días aproximadamente.

“Normalmente luego de un período con moderada a intensa actividad de esta oscilación viene un periodo de poca o nula actividad, siendo esto último la situación actual, que comenzó a mediados de junio. Ahora, es difícil determinar cuánto tiempo durará este periodo calmo”, sostiene.

INFLUENCIA EN LA LLUVIA DEL NORTE CHICO

Muñoz agrega que existen varios fenómenos, que son oscilatorios e influyen en el régimen de precipitaciones de la región, con períodos distintos de evolución, tales como la traslación de la Tierra y el monzón de Sudamérica (6 meses), la Oscilación de Madden-Julian (30 a 60 días), la Oscilación Quasi-Bienal (2,5 años), El Niño – Oscilación del Sur – ENOS (de 3 a 7 años), la Oscilación Decadal del Pacífico (de 10 a 30 años) y la Oscilación Multidecadal Atlántica (de 40 a 60 años).

“También se cuenta, indirectamente, el ciclo solar (cerca de 11 años) y en ocasiones la Oscilación Antártica (de 3 a 5 semanas), que en rara vez afecta a los sistemas meteorológicos asociados a lluvias en la región. Por otro lado, no podemos descartar que en el futuro se descubra algún otro fenómeno más, como alguno relacionado con la variabilidad en el océano profundo”, plantea.

PROYECCIÓN PRECIPITACIONES

En términos de las dos situaciones atmosféricas que han generado las abundantes precipitaciones de los últimos años en invierno (ENOS/Madden-Julian), la proyección es poco clara, por una parte debido a la situación de baja o nula actividad y corta predictividad de la Oscilación Madden-Julian que describe Muñoz.

Desde la otra perspectiva, el ENOS se encuentra en estado Neutro, de acuerdo a diferentes fuentes de información de monitoreo atmosférico, entre ellas el Boletín Climático del CEAZA.

Pese a lo a lo anterior, y a lo representado por los modelos de proyección climática, Muñoz estima que las precipitaciones estarían entre lo normal a ligeramente bajo lo normal para el trimestre julio-agosto-septiembre de 2017.