Fertilización in vitro: Parejas podrán realizar gran parte del tratamiento en Hospital de La Serena

17 Agosto 2018

Antes las mujeres eran derivadas inicialmente a un centro de medicina reproductiva en Santiago o Valparaíso.

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“Esperando por ti” es el nombre del proyecto que hará un seguimiento fotográfico a las parejas que este año ingresaron al Programa de Fertilización in vitro de la Unidad de Medicina Reproductiva e Infertilidad del Hospital de La Serena. Por cada período anual, 14 parejas llegan esperanzadas en que esta vez sí podrán concretar el anhelo de ser padres. Este grupo está conformado por personas de La Serena, Coquimbo, Ovalle y Vicuña, donde el promedio fluctúa entre los 35 y 38 años.

Desde este año, las parejas beneficiadas realizarán la mayor parte del tratamiento en el Hospital de La Serena, a diferencia de antes, en que las mujeres eran derivadas inicialmente a un centro de medicina reproductiva en Santiago o Valparaíso donde debían viajar a lo menos 7 veces para realizar las diversas etapas del tratamiento. Pero esta realidad cambió y gracias a una completa trasformación en el modelo de trabajo, ahora las parejas solo viajarán en las etapas culmines del tratamiento.

CAMBIO DE MODELO Y UNA AMBICIOSA META

Desde el 2014, un grupo de especialistas del Hospital de La Serena comenzó a desarrollar diversos proyectos que hoy rinden sus frutos dando origen a la Unidad de Medicina Reproductiva e Infertilidad que posee grandes áreas de acción: por un lado, el Programa de Infertilidad, de baja y alta complejidad, por otro el Programa de Endometriosis Profunda y por último el programa de Endocrinologia Reproductiva.

Javier Escalona, Médico Jefe de la Unidad de Medicina Reproductiva del Hospital de La Serena, nos recibe con entusiasmo y relata con orgullo la evolución que han logrado junto al equipo de trabajo que integran el Dr. Gustavo Vargas, Dr. José Antonio Morales y la matrona Camila Morgado. Nos cuenta que antes las mujeres eran derivadas y se perdía todo contacto con ellas. “Si bien mantenemos los 14 cupos anuales, mejoramos considerablemente la calidad de vida de ellas, ya que no tendrán que estar lejos de sus familias en las diversas etapas de tratamiento, lo que en términos emocionales, psicológicos y económicos es muy favorable. Ordenamos completamente el proceso y prácticamente todo lo hacemos acá” precisó el subespecialista en fertilidad.

Primero se realiza una charla de inducción, donde asisten las 14 parejas beneficiadas y el equipo clínico encabezado por el Dr. Escalona les explica en que consiste el tratamiento, que medicamentos deben usar, cuáles son los plazos y quienes conforman el equipo. Ahora las pacientes se estimularán con los fármacos y realizarán el seguimiento ecográfico en forma ambulatoria en el Hospital de La Serena para evitar los reiterados viajes.

El Dr. Javier Escalona explica que “todo comienza con una ecografía basal donde evaluamos en qué condiciones está la paciente, luego indicamos los medicamentos y hacemos ecografías de seguimiento para ver el crecimiento folicular. Una vez alcanzado el tamaño óptimo se aspiran los folículos a través de una punción y se obtienen los óvulos. Acto seguido, son enviados al laboratorio donde se realiza una técnica muy compleja para insertar el espermatozoide dentro del ovulo (ICSI) que dará origen a un embrión, el que finalmente es transferido al útero de la madre”, detalló.  Estas dos últimas etapas se realizan en el Centro de Medicina Reproductiva Humana en Valparaíso.

Camila Morgado, matrona del programa, es la encargada de coordinar y contactar a las parejas durante todo el proceso. “Además de mi labor clínica y administración de los diferentes fármacos, educo y oriento a las parejas para entregarles confianza y seguridad, ellos vienen llenos de expectativas y por lo general han pasado por varios intentos fallidos. Soy intermediaria entre ellos y el centro de derivación de Valparaíso, ahora nos vemos durante todo el proceso porque realizamos gran parte del tratamiento. Si bien es un proceso estresante, nosotros nos encargamos de entregarles todas las herramientas para que enfrenten de la mejor forma cada etapa”, expresó la profesional. 

Actualmente el Hospital de La Serena es el centro de referencia de la Región de Coquimbo en el estudio y tratamiento de parejas infértiles y proyecta un ambicioso programa que los podría convertir en el primer centro de medicina reproductiva público hospitalario. El equipo anhela y se proyecta para desarrollar medicina reproductiva de alta complejidad, donde se realizarían los tratamientos de fertilización in vitro entre otros.

APOYO PSICO-SOCIAL

Este año el equipo clínico fue reforzado con dos profesionales, una psicóloga y una trabajadora social que tendrán la misión de entregar el soporte psico social a las parejas en tratamiento, quienes deben ser abordados desde su individualidad, entorno familiar y contexto social.

La psicóloga Inti Villalobos nos explica que abordan a las parejas con un enfoque de género y de derechos, “ello nos lleva a respetar siempre las decisiones que toma la pareja comprendiendo si quieren continuar con el tratamiento y el acompañamiento. Desde la perspectiva de género trabajamos los roles que cumplen las personas desde que conocen el diagnóstico, inician tratamiento y enfrentan los resultados. Trabajamos la ansiedad, depresión, culpa, estrés entre otras situaciones emocionales”, explicó la profesional.

Por su parte, la Asistente Social, Claudia Hernández señala que las primeras intervenciones las realizan desde las dos disciplinas “la idea es aunar tanto el ambiente familiar como institucional porque aplicamos instrumentos que nos permiten visibilizar cuáles son sus referentes significativos ante conflictos, a quienes acuden en caso de tener contextos de riesgos y en caso de existir situaciones de vulnerabilidad se activa un red de apoyo, porque lo que se busca en el fondo es disminuir la mayor cantidad de factores que pueden influir negativamente en el resultado del programa”, comento la trabajadora social.

REQUISITOS BÁSICOS PARA ACCEDER AL PROGRAMA IN VITRO

Es un proceso bastante largo que comienza con el ingreso de las personas a una lista de espera regional y luego de 2 años aproximadamente, son llamados ya que los cupos son limitados y anuales.

Luego viene el proceso de selección donde pasan por varios filtros, tanto clínicos como administrativos, en relación a estos últimos la persona debe ser Dipreca, Capredena o Fonasa y en este último caso deben acreditar 12 cotizaciones continuas.

LA LUCHA POR SER PADRES 

Fabiola Ardiles (39 años) y Jorge Rojo (40 años) ingresaron hace poco al policlínico, ellos accedieron al Programa de Infertilidad de baja complejidad. Este matrimonio ovallino tiene dos hijos y hace un par de años Fabiola sufrió un aborto espontáneo cuando tenía 4 meses de gestación. Ambos entran a la consulta a entrevista con el equipo clínico, toman asiento, frotando sus manos para bajar la ansiedad.

“Buscamos ayuda en forma particular pero el profesional no nos entregaba información y su trato era muy duro. En cambio, acá en el Hospital de La Serena, el equipo humano es muy diferente, son preocupados, atentos y comprometidos con nosotros. Nos han facilitado mucho las cosas ya que somos de Ovalle y tenemos que venir a controles y sesiones”, comentó Jorge Rojo quien anhela volver a ser padre.

En tanto Fabiola nos cuenta que, si bien tiene miedo, no bajará los brazos y utilizará todos los medios disponibles, llena de emoción nos cuenta que ya le realizaron la primera inseminación intrauterina y están a la espera de que se produzca la fecundación, “tenemos que ver si resultó el procedimiento o no, en mi caso estoy en una edad límite, pero no decaeré”, explico la paciente. Actualmente el Policlínico mantiene una población en control de más de 300 pacientes que acceden a diversos tipos de tratamiento según corresponda la patología detectada.

Actualmente el equipo clínico, en el marco de del programa de infertilidad, realiza los tratamientos de baja complejidad y la mayor cantidad de fases de preparación para las pacientes in vitro (alta complejidad). En tanto para las pacientes de endometriosis profunda, se realizan las ecografías y el equipo quirúrgico realiza las laparoscopias diagnósticas e intervenciones, además de las recanalizaciones para las pacientes que buscan embarazo, pero están esterilizadas, entre otras cirugías. Finalmente, el equipo espera completar su staff con un profesional nutricionista ya que han detectado que muchas pacientes tienen importante sobrepeso y eso reduce la eficacia de los tratamientos en forma considerable.