Hígado Graso: Otro problema relacionado a la obesidad mórbida

03 Enero 2018

Esta condición aumenta las posibilidades de desarrollar enfermedades como cirrosis, cáncer y diabetes, entre otras.

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El hígado es el segundo órgano más grande del cuerpo humano y cumple con más de 500 funciones en el organismo. Gracias a la obesidad y el sedentarismo – entre otros factores, como por ejemplo el genético-  este órgano puede llegar a sufrir lo que se conoce como hígado graso no alcohólico.

Se estima que un 30% de la población chilena sufre de esta patología, la que se produce por la acumulación de grasa en el hígado, ocasionando que en las zonas afectadas la coloración se torne café-amarillento.  Es que esta condición está asociada al sobrepeso, obesidad y obesidad mórbida; si bien puede ser reversible y tener una evolución benigna, se proyecta que un tercio de la cifra total de personas afectadas podría desarrollar enfermedades como la esteatohepatitis no alcohólica y con el tiempo cirrosis.

El hígado graso también aumenta las posibilidades de tener otras enfermedades como cáncer, diabetes y entre un 20% a 30% de generar más riesgo de enfermedad cardiovascular. Es por esta razón que esta afección es de cuidado.

Cambios al estilo de vida

La reducción de peso, la generación de hábitos alimenticios más saludables – con comidas más altas en fibra, sin grasas saturadas, reducción de alcohol y de hidratos de carbono – y ejercicio, ayudan a controlar el hígado graso cuando está diagnosticado.

Por otra parte, las opciones de las personas con obesidad mórbida se reducen al no funcionar los tratamientos tradicionales de dieta y ejercicio, por lo que para disminuir o eliminar esta patología de sus vidas las opciones se reducen, siendo hasta este momento la cirugía bariátrica una alternativa, que al permitirles disminuir su condición de obesidad, los ayuda a controlar el hígado graso.