"La manada Bascour" Historia ganadora del concurso “Cuéntanos la Historia de Tu Chuleta”

01 Abril 2014

LA MANADA BASCOUR. Autora: Carolina “Colita” Bascour.

Corresponsales ... >
authenticated user

Resumiré la historia de algunos de los rescatados de nuestra manada. Son 11 mini historias con un final feliz, ellos viven todos en armonía dentro de la gran manada Bascour.

CHUECO: Lo conocí hace 4 años. Era agresivo, impulsivo, el matón del barrio. Un día iba a dar de comer a mis perritas, se me cayó comida y él quiso agarrarla, pero se avergonzó y retrocedió. Ese día cuando esa mirada se cruzó con la mía descubrí el poder del amor sin límites. Tiene ese nombre porque se tambaleaba por su desnutrición y no tenía firmeza; ahora es el guardián de sus hermanos, cambió su agresividad por buenos modales y mucho amor.

MAYTE: Llegó a nuestras vidas una noche de lluvia cuando tres perros le estaban pegando porque querían cruzarla, tenía sus ojitos llenos de lagañas y sus coditos a carnes vivas; la entramos, la llevamos al veterinario y como quedó con su manito recogida pasó a ser una más. Está esterilizada y cuando le caes bien te da su patita mala.

LOBITO: En una trifulca fue el más perjudicado, le dejaron el pelo todo cortado,  lo tuvimos que rapar por las heridas y problemas de piel. Ahora parece un zorro con tremenda cola y su pelaje precioso.

SHOCKS: Nuestro cerdito hermoso vivía cerca de casa, pero no lo atendían. Nos encariñamos y empezamos a darle comidita. Una noche se puso a llover y lo fuimos a buscar, corría de un lado a otro tratando de salir y al otro día hablamos con sus dueños. Pasó de dormir en el suelo a tener una camita y ya no pasa hambre ni frío. Ya está viejito y esta semana descubrimos que su corazoncito se agrandó y lo cuidaremos hasta que la vida nos premie con su presencia.

ALMENDRA: Llegó la noche de año nuevo en estado de shock por los fuegos artificiales; se vino derecho a nuestra reja, le dimos comida y no quiso, la llevamos a la jornada, pero era evidente su descontento, así que la adoptamos. Es ultra sociable y feliz con sus hermanos. Su dueña ni siquiera le tenía nombre.

COKITA: La rescatamos después que su dueño la tiró desde su camioneta 4 x 4 en movimiento, casi se quebró sus patitas.

MARMOTITA y LOBITA: Una es como una pastor inglés, pero ploma y la otra siberiana. Se adoptaron entre ellas como hermanas, siempre defendiéndose. Lobita fue echada a la calle a los 6 meses por sus dueños quienes eran gendarmes y pasaron de casa en casa;  Marmota corrió la misma calamidad hasta que llegó a nuestra casa. No fue fácil, las ganamos de a poquito incluso las tomábamos entre 2 para entrarlas hasta que entraron solitas porque comprendieron que tienen una familia. Lobita aúlla cuando quiere avisar algo y es la primera que sale a defender a las perritas que andan en celo por el sector.

MARITA: La dejaron de 3 meses entre los barrotes de nuestra reja, sentíamos que un perrito lloraba fuerte, desesperado, salimos a ver cuál era el atropellado para auxiliarlo y era ella que tan chiquitita no podía retroceder ni avanza, pues tenía incrustado un fierro en su pancita. Es una mezcla de terrier chileno, hermosa, tímida, temerosa por la maldad de la mano humana, pero feliz.

BEBA: Nuestra cafecita hociquito peludo es chiquitita, excelente guardiana,  duerme juntita con Marita, es experta en sonidos extraños.  En su momento nadie la quiso porque la encontraron muy quiltra o rasca, comentario absurdo porque ella es una damita preciosa.

NEGRITO PUMBAS: En mis recorridos por Tierras Blancas, todos los días llevaba bolsitas para alimentar a los callejeritos. Allí lo conocí y se aprendió el camino, llegó en invierno, nadie lo quería porque es grande, enorme y negrito; es tan inteligente que acompaña a su ama que es mi hija cuando toca el piano. Con amor y estímulos se le fue quitando lo bravo y lo maldadoso; ahora tiene modales y se sienta a esperar su platito.

MOTITA: No todos los perritos de raza son felices, hay quienes los quieren sólo de chicos o hasta cuando les sirvan. A él lo trajimos a casa después de que en  una fría tarde de invierno un tipo pateaba con mucha rabia una caja en la que había unos ojitos maravillosos y cuando lo descubrimos, lo tomamos en brazo y el tipo dijo que a éste nadie lo quiso comprar porque era negrito. Desde ese día paso a formar parte de nuestras vidas y ha ganado muchas competencias, desfiles y concursos. Él, al igual que todos sus hermanos, tuvo una pésima vida. Todos podemos ser protagonistas de una obra de amor; los “no puedo” o “pobrecitos” no nos sirven, agranda tu corazón, adopta y da la mano a quien no puede pedirla. Toda mi familia y yo hacemos posible esta cadena de amor.


Autora: Carolina “Colita” Bascour.

Historia ganadora del concurso “Cuéntanos la Historia de Tu Chuleta”