Promueven en Coquimbo reinserción de afectados por consumo de drogas y alcohol

“Cuando llegué acá, no sabía hacer nada de manualidades. Con el tiempo empecé a aprender. Hoy hago monederos, máscaras, lámparas, dibujos. Esto me ha ayudado mucho, a salir adelante”, explica, con total sinceridad, uno de los jóvenes usuarios del Centro Rumalhue, de 16 años, y que presentaba consumo problemático de varias sustancias, entre ellas pasta base.

Junto a él, son varios los adolescentes que día a día llegan a estas instalaciones para participar en talleres impartidos por profesionales, todo en el marco del Programa Ambulatorio Intensivo Infanto Adolescente, que es posible gracias al convenio entre Senda-Minsal y la Fundación Casa de la Esperanza.

Clases de talabartería, pintura, jardinería y mosaico. Talleres de artesanía, figuras talladas en madera y dibujos en 3D. Para los padres, talleres de arte terapia y trabajo grupal.

“Es importante para nosotros ver como se ejecutan los programas de reinserción para los jóvenes, y especialmente en este centro que convoca a jóvenes no infractores de ley, oferta que antes no existía. Ver como se potencia el proceso de tratamiento, y siempre apoyados por sus familias”, comentó Rodrigo Maturana, Encargado del Área de Tratamiento de SENDA.

Arte Terapia

Buscando desarrollar el potencial expresivo y aprovechando las energías positivas, durante los últimos meses se desarrolló en este centro el taller de arte terapia para padres y familiares de los usuarios.

“Yo venía súper mal. Con muchos problemas familiares. Me hizo sumamente bien, he aprendido que esto se puede sobrellevar con estas ayudas, que son importantes. He aprendido a actuar de otra manera, con mi familia, con mi hija, con todos en general, estoy de mejor ánimo”, explica Ana Salazar, una de las asistentes al curso.

Entre los trabajos realizados, destacan creaciones plásticas, con la utilización de acrílicos, lápices y lana, entre otros implementos. “El arte terapia es la utilización del lenguaje plástico con un fin terapéutico. El fin está puesto en el bienestar, en la curación, más que en el resultado estético de la obra. Acá lo que nos interesa es el proceso y como nos vamos sintiendo a medida que estamos creando la obra”, explica Macarena Jaques, profesional a cargo del taller.

Los participantes en este primer taller finalizaron su ciclo, para ya se encuentran formando un nuevo grupo para seguir desarrollando esta técnica que permite el crecimiento artístico y espiritual.