Psicólogo analiza el nivel de violencia en pelea de conductores en Coquimbo

La brutal pelea que protagonizaron los involucrados en un choque por alcance en Coquimbo dejó varias interrogantes desde el punto de vista psicosocial. ¿Que lleva a estas personas a solucionar un problema menor, como un choque por alcance, a terminar con daños a los vehículos y agresiones con elementos contundentes? ¿Por que los testigos del hecho no intervienen, y ni siquiera llaman a Carabineros tras ver el nivel de violencia que la pelea iba alcanzando?

Quisimos ir un poco más allá del simple hecho policial y analizar con el psicólogo Mario Cofré, subdirector de la carrera de sicología de la Universidad Central, sede La Serena, respecto a las variantes que llevaron a que un simple topón, se transformara en una batalla campal en plena vía pública.

Cofré señala que generalmente esto se gatilla por el estrés acumulado que ya tienen las personas, tanto en su vida personal, como por el conducir en medio de un tránsito congestionado. Una verdadera bomba de tiempo que anula cualquier respuesta lógica de los involucrados. "En esto vemos reflejado un nivel de estrés tremendo en estas personas. Los motivos quizás para algunos sean temas pequeños, pero cuando una persona está con un nivel alto de estrés, generalmente no hay una manera de responder que sea más lógica o elaborada. La respuesta de violencia obviamente no sigue esa lógica" señala Cofré.

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Si bien La Serena y Coquimbo no tienen las mismas dificultades en el tránsito como grandes ciudades, como Santiago, cada vez más los tacos que van en aumento en estas urbes han contribuido a aumentar esta tensión al volante, siendo un fenómeno nuevo en la conurbación que años atrás no se veía. "Habitualmente lo que uno observa es que el hecho de conducir en una ciudad que se colapsa constatemente, donde hay dificultadades para un manejo tranquilo, se generan estas situaciones de estrés. Esto se ve más habitualmente en Santiago, donde las distancias son más largas, donde hay mucho más tensión. No se puede estar manejando sin estar atentos a las condiciones y eso genera estrés", afirma. 

Espectadores: ¿intervenir o no?

El hecho fue registrado en video, pero no solo quienes grabaron el hecho fueron testigos de la pelea. Muchas otras personas presenciaron impávidos la pelea, pero decidieron no intervernir. Tampoco llamar a Carabineros, como puede parecer lógico en este tipo de situaciones. ¿A que se debe aquello? El profesor Cofré señala que hay una situación de temor en los testigos, al presenciar la violencia de los involucrados. "Hay un sentido de temor y de búsqueda de protección personal. Hay uno de los conductores que está con un fierro golpeando a los vehículos, entonces de alguna manera, esa reacción genera una búsqueda de protección ya que vemos a los otros involucrados lanzando piedras y otros elementos que buscan hacer daño, ya sea a los vehículos y a las personas que van en él, por ello las personas buscan protección".

Las personas que graban el video, a diferencia de los demás espectadores, finalmente deciden bajar del vehículo e intervenir en la situación. "Vemos como uno de los que está filmando decide hacerse parte, decide y que la cosa ya está pasando a un punto donde no hay una resolución del conflicto, si no que se va incrementado (la violencia) más aún por parte de los participantes. Finalmente decide reaccionar. Pero ¿cuando decidimos reaccionar? cuando ya la situación vemos que no se está frenando y que aún somos capaces de intervenir. Cuando sentimos que la situación nos sobrepasa, lo que hacemos es replegarnos", analiza el psicólogo.

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Hay otra variable que juega en los testigos al momento de decidir si intervenir o no. "Está la discusión entre los que es espacio público y espacio privado, en que me puedo meter y en que no me puedo meter" señala Cofré.

En definitiva, una situación que se salió de toda lógica. Esa en la cual todo indica que era cuestión de conversar entre las partes y generar algun tipo de acuerdo, de manera más civilizada. "Un choque por alcance genera que te bajes, te molestes, generas ciertos acuerdos, cordialmente, pero que no pase a mayores". 

Pero cuando hay un gatillante, como una agresión, verbal o física, como al parecer hubo tras el choque, sumado al estrés acumulado de algunas de las partes, se transforma en una receta para una bomba que solo necesita un pequeño chispazo para estallar, y que pudo haber terminado aún peor que la situación presenciada este domingo en Coquimbo.

¿Crees que había otra manera de resolver el conflicto?. Comenta con nosotros.