Tradiciones culinarias dieciocheras más saludables

06 Septiembre 2016

La “casi” prohibición de venta de empanadas en fondas escolares por parte de la Seremi de Salud sacó ronchas.

Equipo El Obser... >
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Durante los primeros días de septiembre, los chilenos comenzamos a olfatear y a degustar por adelantado las exquisiteces de la cocina tradicional chilena, que se hace tan patente durante las Fiestas Patrias. Así, no sólo la publicidad se anticipa con sus ofertas, sino que también los recintos escolares comienzan a poner “toda la carne a la parrilla” para festejar un nuevo aniversario patrio. 

Es por eso que la medida que quiso implementar la Seremi de Salud de Los Ríos por poco echa por tierra los sueños de muchos apoderados listos para celebrar. El organismo pretendió prohibir la venta de empanadas en fondas escolares, acogiéndose a la nueva Ley de Etiquetados de alimentos, que entre sus Medidas para Establecimientos Educacionales establece que “no se pueden vender, publicitar o regalar en los kioscos escolares o cualquier lugar de las escuelas de educación parvularia, básica y media, los alimentos que superen los límites establecidos por el Ministerio de Salud para calorías, azúcares, grasas saturadas y sodio, sean estos envasados o no”. Pero la presión de la comunidad escolar pudo más y revirtió la aplicación de la ley para dicha fecha. 

La docente de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad del Pacífico, Stefanie Chalmers, considera que “habría sido un error anular la capacidad de colaboración e influencia positiva de los establecimientos educacionales. En especial la de los apoderados a cargo de las actividades extracurriculares de las fiestas patrias, respecto a esta valiosa y necesaria intervención de integración de las tradiciones con la salud”. 

La nutricionista plantea que frente a este tipo de disyuntivas está claro que es posible establecer puntos que no atropellen ninguno de los dos objetivos. “Antes de aplicar la restricción total a la venta de empanadas en los colegios durante las celebraciones dieciocheras, se debe buscar la forma de conjugar la educación alimentaria y la moderación con la educación en la conservación de las tradiciones culinarias y nuestra identidad patria”, acota. 

Y la experta va más allá. “Las fiestas patrias son una excelente oportunidad para mejorar la educación respecto a la ingesta responsable de preparaciones tradicionales e, inclusive, para mejorar su calidad nutricional. La empanada contiene aceitunas, pasas, cebolla, huevo y carne, por lo que solo por el aporte calórico derivado de su masa o de la preparación del pino no tiene que ser considerada un riesgo para la salud, sobre todo si se consume eventualmente”, indica. 

Stefanie Chalmers dice que “para generar buenos hábitos, se requiere educar una conciencia alimentaria de adecuada selección de alimentos y de sus cantidades, por lo que eliminar las opciones no colabora. Debemos ser capaces de educar a los niños, sin impedirles incluir en sus fiestas los alimentos que son parte de nuestras raíces, sino más bien enseñándoles a moderar su consumo, incluir nuevos alimentos y, por sobretodo, mostrarles con el ejemplo que la comida no es el centro de la celebración”. 

La docente de Nutrición y Dietética de la U. del Pacífico asegura, además, que es posible incluir algunos cambios para hacer de este tradicional producto algo más saludable. Entre ellos se cuentan: 

  • ·         En la elaboración del pino, seleccionar carne con bajo aporte graso.
  • ·         No incorporar demasiado aceite y sal
  • ·         Usar masas delgadas
  • ·         Reducir el tamaño de las empanadas o preparar algunas para degustar y no para sustituir un almuerzo saludable.
  • ·         Ofrecer alternativas de empanadas rellenas con verduras, o elaboradas con harinas integrales, para aportar nuevos sabores a la tradición diechiochera.