“Un reflejo en el agua movido por el viento”. Un libro que desborda amor por la literatura

Para quienes somos amantes de los libros, de la literatura, de las letras, el título “Un reflejo en el agua movido por el viento. Encuentros y desencuentros literarios”, del chileno Felipe Reyes, no debería pasar inadvertido. Lo recibí como regalo de cumpleaños y me permito reseñarlo aquí para así compartir esta alegría de invierno.

Es una obra que acaba de aparecer (junio de este año) publicada por el Grupo editorial Penguim Ramdom House, bajo el sello de Lumen.  Son 162 páginas que se leen rápida y placenteramente.

Su autor, escritor y músico Felipe Reyes, nació en 1977, pero por esta obra pareciera haber vivido cien años o más. Lo digo porque nos habla con naturalidad y cercanía, casi con cierta familiaridad, de personajes de inicios del siglo XX e incluso de antes, como los rusos Chejov, Gorki y Lenin, así como también de los poetas chilenos Pablo de Rokha y Pablo Neruda, entre muchos otros notables.

Reyes, en una escritura que mezcla ensayo con crítica y apunte biográfico, nos presenta historias sabrosas, como un malogrado partido de rayuela vivido por los mencionados vates, o la presentación del libro “El paseo Ahumada” de Enrique Lihn en una intervención en la céntrica calle santiaguina, en compañía de Elvira Hernández -entonces María Teresa Adriasola-, Hernán Meschi, Jorge Ramírez y Pablo Brodsky. La protesta se daba en 1983, en dictadura y en plena crisis económica. Lihn fue detenido por la policía, aunque liberado en seguida. 

El Che Guevara surge en estas páginas asociado a la revolucionaria agencia de noticias Prensa Latina, entonces comandada por el argentino Jorge Masetti y entre cuyos corresponsales extranjeros se anotaban los nombres de Gabriel García Márquez, Juan Carlos Onetti y Jean Paul Sartre. ¡Equipazo! En todo caso, la historia que aquí se cuenta habla de la oportuna intervención de Rodolfo Walsh, también periodista argentino, en uno de los episodios fundantes de la Revolución cubana.

La entrevista que a mediados de 1928, Marta Brunet hiciera a bordo de un auto, por las calles de Santiago, a Claudio Arrau; el amor imposible entre Violeta Parra y Luis Oyarzún (amigo de Nicanor); las noches bohemias de Lenin y Tristán Tzara en Suiza que dieron origen al dadaísmo, son algunos de los 20 magníficos textos que nos regala Felipe Reyes en esta obra que a mi juicio ningún chileno amante de la literatura debería dejar pasar.   

Como reseña la propia editorial: “Estas y otras historias o crónicas de la incidencia minúscula son presentadas mediante una escritura perspicaz que logra divertir y a la vez iluminar elocuentemente ciertos recovecos de la vida de los escritores”.