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En la casa de la cultura de la comuna porteña se realizó una exitosa velada que puso en valor la cultura nacional a través de los sonidos de cuerdas clásica y popular junto con una exposición de telar mapuche, manualidades y óleos; como parte del cierre de los talleres impartidos por el Instituto de Desarrollo Humano de Coquimbo durante este 2018 en las disciplinas de guitarra y artes visuales.

80 estudiantes de todas las edades fueron partícipes de estos talleres y que pusieron fin a su proceso de formación anual en una gala íntima cargada a las tradiciones originarias y populares. La velada estuvo marcada por un preludio del canto mapuche “trafia peuman” (anoche soñé) interpretado por la profesora Rosa Quiñiñao y el profesor Mathias Rojas, seguido por el destacado músico popular Raúl Talo Pinto y las presentaciones de los   estudiantes del Instituto.  

Marcelo Pereira, alcalde de la comuna de Coquimbo manifestó la importancia de promover entre la comunidad espacios de creación y desarrollo artístico cultural. “En nuestra comuna tenemos muchos talentos que debemos potenciar a través de la formación garantizando acceso al aprendizaje de estas disciplinas desde nuestra gestión municipal, este tipo de talleres sin duda contribuye a tener mejores ciudadanos y ciudadanas”, sostuvo.

Por su parte, Gladys Barraza, directora del Instituto de Desarrollo Humano destacó la puesta en escena y el rescate cultural que marcó la jornada e hizo un llamado a las y los estudiantes de la casa de estudios municipal a seguir potenciando sus habilidades musicales y artísticas.  “Nuestra gestión considera en sus objetivos la generación de instancias de potenciación de habilidades blandas a través de una línea programática de educación artística cultural, ayudando por medio de la música, pintura, danza y artesanía, el desarrollo de habilidades socio afectivas y competencias transversales, que buscan un desarrollo integral de nuestras alumnas y alumnos”, dijo.

El docente del IDH Mathias Rojas evaluó positivamente la muestra presentada por el grupo de guitarra y el entorno en que se desarrolló la propuesta musical. “Fue buena, exitosa y de mucho aprendizaje. Sin duda que para el desarrollo de los alumnos es muy significativo, ya que el escenario produce un sin fin de emociones, dentro de lo cual, uno expone lo más íntimo del ser. Estas instancias son muy motivadoras y de crecimiento personal, nos ayudan a enfrentar nuevos desafíos grupales y personales. Creo fielmente que la Cultura en nuestra sociedad sigue avanzando y despertando de los sueños profundos y para mí es una alegría poder ser un aporte para la comunidad de Coquimbo en esta materia”, agregó.