03.jpg [19]

Una serie de reuniones, charlas y la coordinación de una mesa apícola están realizando desde el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) junto a la Seremi de Agricultura y a los apicultores de la Región de Coquimbo con el objetivo de gestionar acciones que velen por el buen desarrollo de la apicultura en la zona y la sanidad de las abejas, en el contexto de la detección de cinco focos de Loque Americana en las provincias de Elqui y Limarí.

El fin es informar a los apicultores cómo identificar la presencia de la enfermedad que afecta a las larvas de las abejas y evitar la dispersión de la bacteria. El Seremi de Agricultura, Rodrigo Órdenes explicó: “uno de los objetivos es poder entregar información sobre los focos que fueron detectados gracias a una autodenuncia y transmitir la tranquilidad de que el Servicio Agrícola y Ganadero está realizando su labor de fiscalización, pero también queremos destacar los acuerdos que hemos generado en una de las reuniones, para establecer mesas de trabajo con el fin de visualizar a futuro el desarrollo de la apicultura a nivel regional”.

NOTA RELACIONADA: Entregan recomendaciones ante detección de Loque Americana en Región de Coquimbo [20]

A su vez, el Director Regional (s) del SAG, Gonzalo Vega, destacó que “el SAG se ha reunido con los apicultores para informar, en primer lugar, la situación con los focos detectados de Loque Americana, la cual es una enfermedad bacteriana que está en Chile y está presente en nuestra región y, además, explicar la epidemiología de la enfermedad, cómo esta afecta a las abejas y la normativa legal vigente que tiene el SAG para tratar a las colmenas afectadas por Loque Americana”.

El apicultor de la comuna de La Serena, Cristian Fuentes, se refirió a la relevancia que tienen este tipo de instancias: “es importante reunirnos todas las partes pertinentes respecto de este tema y poder poner sobre la mesa nuestras problemáticas como apicultores, lo que aporta a encontrar soluciones”.

Desde el SAG solicitan a los apicultores tomar las medidas de bioseguridad recomendadas y revisar constantemente sus apiarios con el fin de ver si se presentan síntomas de la enfermedad en las crías, las que aparecen irregulares, salteadas y con los opérculos hundidos y perforados. Las larvas muertas poseen un color que va desde el amarillo claro al marrón oscuro, siendo la consistencia de este material es viscosa y filamentosa, pudiéndose estirar formando hebras de varios centímetros de largo visualizándose como una “cría chiclosa”. En caso de observar uno o más síntomas, deben dar aviso inmediato al Servicio, puesto que la enfermedad es de denuncia obligatoria.

Desde el Servicio Agrícola y Ganadero, además, hacen un llamado a inscribirse en el registro apícola del SAG a través de su página web www.sag.cl [21] o en cualquier oficina provincial del Servicio en la región.