El Culto a la Cultura: Lords of Dogtown

1975 y un verano especialmente caluroso para los chicos de Venice, California. El surf era el deporte obligado y quien no lo practicara estaba out. Pero siempre y en todo lugar hay desadaptados. Y cuando los surfistas más grandes no dejan muchos espacios a un grupo de amigos que rondan los 18 años, estos se vuelcan a las calles y las piscinas de las casas ricas, las cuales estaban vacías debido a las restricciones que impuso la sequía que había en la época.

Así nace la leyenda de los Z-Boys, una pandilla que cambió las tablas de surf por los skates y con ello, la manera de entender este deporte, que hasta ese momento se basaba en piruetas de habilidad, un tanto ilusas y circenses.

Stacy Peralta, Tony Alva y Jay Adams, hoy son verdaderas leyendas del skateboarding, y su fama creció como la espuma desde el momento en que participaron en los torneos locales de Santa Mónica. Especialmente Jay Adams, a quien Stacy Peralta consideraba el más talentoso de todos. Con un estilo agresivo, con trucos que remecieron a los más puristas, y con una actitud punk que dejaba por los suelos a los demás competidores.

No tardó tiempo para que esta pandilla captara la atención de un vendedor de tablas de surf, Skip Engblom (interpretado por el fallecido Heath Ledger) quién viera el potencial de los chicos que eran sensación en ese momento. Así forma a los “Z-Boys”, quienes se convierten en el equipo mas popular de la época, lo que deja jugosas ganancias a Skip.
El éxito, sin embargo, separó a los Z-boys, quienes fueron tentados por empresarios deseosos de que los chicos fueran sponsors de sus tablas. No obstante ese éxito llegó de manera distinta a cada uno de ellos. Tony Alva, cuyo ego era tan grande como su talento, llegó a ser Campeón mundial. Stacy Peralta, el más tranquilo, también llegó a lo más alto. En tanto Jay Adams (interpretado por Emile Hirsh), el mas rebelde, fue el que no quiso venderse al sistema y siguió tan salvaje como siempre, lo que trajo aparejado problemas con el alcohol, las drogas y el robo, pasando un tiempo en la cárcel inclusive.

La enfermedad de uno de los antiguos Z-Boys, Sid, quien padecía un tumor cerebral, reunió tiempo después al equipo en torno a una piscina, donde todo había partido. Ahí se dan cuenta que aunque todos siguieron caminos separados, había un lazo indestructible entre todos ellos.

“Lords of dogtown” es una especie de autobiografía de Stacy peralta, quien escribió el guión, y ayuda a entender que antes de Tony Hawk y de los X-games de Espn, el skateboarding era un deporte urbano, que nació lejos de sponsors millonarios. Algo así como el Woodstock original, versus la pirotecnia del Woodstock de 1994.
La película cuenta con numerosos cameos, entre ellos, los mismos Stacy Peralta, Tony Alva, Jay Adams y Skip Engblong en papeles secundarios. También Johnny Knoxville como el playboy que le ofrece a Tony Alva dejar a los Z-Boys. La colombiana Sofía Vergara, que intenta seducir a Jay Adams en una fiesta, y hasta el mismo Tony Hawk, como un astronauta que (torpemente) trata de subirse en la tabla de Stacy Peralta, entre muchos otros cameos.

Dirigida por Catherine Hardwicke (Thirteen, Natividad, Crepúsculo), “Lords of Dogtown” es una buena película, que con un ritmo ágil, recrea la escena californiana de los años 70, y el ascenso a la fama de este puñado de chicos, que rompieron todas las reglas, que sin querer, se convirtieron en leyendas vivientes, y que a pesar de que el éxito nubló sus destinos, no pudo destruir su amistad.