Ovalle y el Tranque Paloma

Debemos aprender la lección de lo que ha pasado recientemente en el sur del país y observar atentamente el proceso del traspaso del embalse La Paloma a manos de privados. Mientras el centro sur del país sufrió los embates del más grande temporal de los últimos años, que cobró varias vidas y ha dejado cientos de damnificados, las represas vuelven a estar en el tapete.

La apertura de las compuertas de la Central Hidroeléctrica Pangue aparece como una de las principales responsables de las catastróficas consecuencias que trajo la crecida del río Bío Bío. Debido a esto, debemos alzar la voz de alerta para señalar el peligro de que el tranque La Paloma sea traspasado desde la Dirección de Obras Hidráulicas hacia los regantes particulares.
A mi juicio la crecida se produjo por el trasvasije desde la represa hacia los ríos en forma indiscriminada y que es lo que se debe analizar en nuestra propia cuenca, pues una de las justificaciones para la construcción del tranque Paloma fue transformar a esa represa en un colchón de contención para el río Limarí, que protegiera a la ciudad de los grandes torrentes que se producían en años muy lluviosos, esto está reflejado claramente en la ley que aprobó la construcción de esta obra hidráulica

Actualmente el tranque cumple esa función, pero debemos poner atención pues el gobierno pretende privatizar el tranque La Paloma a los regantes del río Limarí transformándolo en un bien privado. Al suceder ello los regantes lo primero que harán es llenarlo a su máxima capacidad pues al sector privado, específicamente a los regantes, lo que le interesa es tener mucha agua y no controlar las crecidas del río Limarí.
El desborde del río Limarí se puede producir, pues, a juicio de este Director de Obras, al tener un embalse lleno de agua es como tener un bien económico transable, lo que les permite acceder a créditos o dejarlo como garantía bancaria, que es el fin económico que buscan las asociaciones de regantes, pero con ello dejaría de ser un bien público y de cumplir su función de colchón regulador de agua para las grandes crecidas.
Si se hace el traspaso tienen que existir compromisos de un plan de manejo de contención de aguas o en su defecto la construcción de las correspondientes defensas ribereñas del Rio Limarí a su paso por la ciudad de Ovalle.
Ahora bien, si la privatización del tranque Paloma se lleva a cabo, que sepan los privados que cualquier daño a la propiedad privada o fiscal que sea producida por la apertura descontrolada de las aguas se deberán tomar las acciones judiciales correspondientes, pero acaso no será muy tarde… el daño ya estará hecho.