Universidad Central: jugándoselas por la integración

La Universidad Central se ha destacado por promover la integración efectiva de alumnos discapacitados dentro de su plantel educacional, un hecho que es evidente al realizar un recorrido por las nuevas dependencias y constatar en terreno como una gran cantidad de estudiantes discapacitados se esfuerzan por cumplir sus sueños profesionales e interactúan codo a codo con el resto de los alumnos y profesores.
Conversando con los propios alumnos, podemos confirmar esta primera impresión. Natalia Muñoz, estudiante de derecho (Además Corresponsal de El Observatodo), quien sufre de una discapacidad motora que le impide caminar, afirma sentirse igual en todo con el resto de sus compañeros. “no hay ningún trato especial, ni con los profes tampoco, a diferencia de otros lugares donde a una la miran como el bicho raro. Me exigen igual que al resto y siento que no hay tratos especiales”. De hecho, se trata de una estudiante becada por la universidad gracias a un convenio con la fundación Teletón.
Similar es el testimonio de Carolina Yánez, estudiante de sicología que al momento de la entrevista se encontraba conversando con unas amigas. Al ser consultada acerca de su experiencia, manifestó: “he encontrado buenos pares, y también amistades. Me he sentido integrada y a futuro pienso dedicarme a atender a niños en mi situación.” No obstante, considera que es difícil avanzar en el tema “a lo máximo que uno puede aspirar es a crear conciencia, porque en el fondo siempre depende de la voluntad de terceros”.
Su compañera, Aída Contreras, quien sufre de una ceguera total, estima que a veces se le hace pesado seguir el intenso ritmo de estudio que exige la vida universitaria, pero aún así es una dedicada estudiante que a futuro aspira a trabajar con menores.
Continuando con su política de integración, las nuevas dependencias de la Universidad Central contemplan la habilitación de baños y accesos especiales para acoger las necesidades de estos alumnos y ayudarlos en su constante lucha por abrirse un espacio en un mundo que, a rasgos generales, no está acostumbrado a desarrollar la tolerancia más que como un eslogan.