Hipertensión: Potencialmente Peligrosa y Cada Día Más Común

12 Octubre 2006
La hipertensión o presión alta ha aumentado su estadística de aparición debido a diversos factores sociales y ambientales, sin embargo, hay formas de tratarla evitando que sea un mal potencialmente fatal.
Pilar Medina >
authenticated user
Según la última Encuesta Nacional de Salud realizada el 2003, un 33% de los chilenos sufre hipertensión, de los cuales el 78,8% son personas mayores de 65 años. Seguramente todos conocemos a alguien que sufre de esta enfermedad cuyas causas están relacionadas con la predisposición hereditaria, constitución física, sobrepeso y obesidad,estrés, tabaquismo, sedentarismo, colesterol alto, entre otras.
La hipertensión es una enfermedad en la que las arterias están sometida a presiones más altas de lo habitual, es decir, sobre los 140/90 de índice cuando la persona se "toma" la presión. Hay personas que tienen estas cifras altas constantemente y otras que varían frecuentemente, pero que por alcanzar valores muy altos también son calificadas como hipertensas.
Aunque esta enfermedad no produce molestias y dura toda la vida, sin tratamiento implica daño progresivo a los ojos, riñones, corazón y cerebro que incluso puede provocar infartos cardíacos y cerebrales, además de ceguera u otros males relacionados con una mala circulación sanguínea.

Pero no todo está perdido porque, como veíamos, la mayor parte de las causas de la hipertensión están relacionadas con otras enfermedades de la modernidad fácilmente evitables, incluso el factor hereditario no implica una condena a sufrir la enfermedad si las personas toman algunas precauciones:
Disminuir el estrés: Evitar preocuparnos por cosas que no valen la pena o están fuera de nuestro control
Dejar de fumar: El tabaco disminuye nuestra capacidad cardíaca y respiratoria, y por tanto, la velocidad de nuestra circulación.
Reducir la ingesta de alcohol: El procesamiento del alcohol implica un esfuerzo para nuestro cuerpo que significa un alza de presión.
Bajar de peso: la grasa extra taponea nuestras arterias provocando que éstas estén más tensionadas y la presión sea más alta de lo normal.
Hacer ejercicio: La circulación aumenta cuando hacemos ejercicio movilizando las grasas.
La alimentación es fundamental por lo que se recomienda bajar el consumos de sal y grasas, consumir muchas frutas, verduras y legumbres, productos integrales, lácteos descremados, no comer carne roja todos los días y disminuir azúcar y dulces.
Por supuesto que todas las medidas llevadas a un extremo son negativas, especialmente si las personas llevan un estilo de vida muy sedentario y con alimentación recargada de grasas y azúcar. Para evitar una descompensación, los médicos recomiendan aplicar estas medidas progresivamente y tratar el tabaquismo y obesidad en forma paralela al tratamiento de la hipertensión.
Como vemos, no hay excusas para que esta enfermedad llegue a extremos fatales porque la detección y medidas de tratamiento son sencillas.
Prevenir es mejor que curar...una frase que parece un cliché, pero es clave para nuestra salud.

Comentarios

Imagen de Nayade Aguirre

Lo peor de esta enfermedad

Lo peor de esta enfermedad es que no tiene sintomas permanentes, por eso cuando la persona se siente mejor se relaja y deja el tratamiento..........La hipertension puede producir hemiplejia o trombosis, enfermedades que producen paralisis facial y corporal, dando una mala calidad de vida al paciente y una gran dependencia cotidiana de quienes lo rodean.