No basta una manito de gato

Nuestro país no es muy amigo de los libros. Así lo comprueban varios estudios nacionales e internacionales que reflejan lo pobre de la comprensión lectora y lo alejados que estamos los chilenos de las editoriales a la hora de comprar libros. También esto se puede ver con lo alejado que estamos de las bibliotecas públicas.
De acuerdo a datos entregados por Gonzalo Cifuentes, director de la biblioteca pública municipal, al año 2006 sólo había 195 socios a domicilio. De los cuales las más lectoras son las mujeres, que llegan a 106 socias. Por edad, el segmento más representado sería el adulto con 90 socios a domicilio.
Haciendo un paréntesis en la información, ¿Sabe usted cuál es el nombre de la biblioteca municipal?. Bueno, El Observatodo que todo lo sabe le explicará. La biblioteca tiene el mismo nombre que el poeta épico y militar autor de La Araucana: Alonso de Ercilla.
Volviendo a nuestro tema. El gran problema de la biblioteca pública municipal Alonso de Ercilla es su infraestructura. Muy bien lo indica Cifuentes, “la infraestructura del recinto corresponde a una casa habitación. No es adecuada para una biblioteca. Sin embargo, tuvimos que modificar ciertas estanterías, algunas salas para dar más espacio. Con estos arreglos la gente se ve satisfecha”. Pero ya lo dijo el mismo director de la biblioteca: NO ES UNA INFRAESTRUCTURA ADECUADA.
Lo señalado por Gonzalo Cifuentes se puede ver reflejado en la inexistencia de rincones temáticos. Es decir, no hay un rincón de patrimonio histórico, rincón infantil o rincón juvenil. Esto debido principalmente, y aunque suene majadero, a la inadecuada infraestructura, pese a que se hagan modificaciones y constantes manitos de gato. Hoy en día se está pintando la fachada de calle Balmaceda.
A los amantes de los hechos históricos y alumnos de la carrera de Periodismo les ha llamado la atención la falta de archivos de diarios. Pese a la existencia de algunas ediciones del siglo XIX. Pero aquellos que quieren saber lo que pasó hace 30 u 80 años tendrán que ir a Santiago. Adivine por qué. Si. Tiene toda la razón. La infraestructura impide contar un archivo decente de diarios nacionales. Sólo queda conformarse con los archivos del diario El Día. Esto porque “como biblioteca regional, la obligación es conservar al diario regional. En este caso El Día. La obligación es preservarlo para el uso de la comunidad. De ese diario sí se pueden encontrar ediciones de los últimos años”. Concluyó Gonzalo Cifuentes.
¿Cómo se mantiene la biblioteca? Fácil. Recibe recursos financieros provenientes de las arcas municipales. El año 2006 se usaron en total $25.390.819 con lo que se costearon los consumos básicos, materiales de oficina y aseo, personal (sueldos, viáticos, etc), mantención y reparación (manitos de gato varias) y material bibliográfico.
Pero hay planes para cambiar de casa. Se presentó un proyecto bicentenario a través de la Secretaría de Planificación (SERPLAN). Con el cual se adquiriría una casa más grande, para instalar una biblioteca municipal de carácter regional. Pero este posible cambio traería otro problema. La municipalidad tendría que desembolsar mucho más que los $25 millones anuales que gasta ahora en la biblioteca.