Poetisa de 99 años aún recita sus poemas a la perfección

La historia de la poetisa elquina demuestra que no importan las dificultades que pasemos ni la edad: todos podemos ser un aporte en nuestro entorno.
Doña Gregoria Antonia Díaz Suárez viuda de Aguirre, conocida en Vicuña como “goyita”, de acuerdo a la inscripción en el Registro Civil nació el 12 de marzo de 1908, por lo tanto está a punto de cumplir 99 años, pero de acuerdo a su propio testimonio en el sentido que habría sido inscrita por su padre cuando ella tenía 4 años de edad, su actual edad sería de 103 años.
Su madre fue María Suárez, de nacionalidad Argentina; y su padre, Emerio Díaz. Nació en Rivadavia, se casó en Huanta donde vivió gran parte de su vida junto a su esposo don Abdón Aguirre. Durante muchos años se dedicó a atender a los trabajadores mineros de importantes yacimientos en la alta cordillera, como las minas Carmen y Las Hediondas. Trabajó también criando ganado de ovejas y cabras y fabricando quesos en la alta cordillera, sector de Vallecillo.
Luego se trasladó a Vicuña, donde siguió trabajando en la fabricación de dulces y mermeladas caseras. Tuvo 11 hijos (7 varones y 4 mujeres). Actualmente tiene 56 nietos, cerca de 60 bisnietos y 15 tataranietos; por lo que ostenta el record de haber procreado la familia más numerosa del Valle de Elqui, y tal vez de la Región de Coquimbo. Su descendencia ni siquiera puede ser contabilizada con exactitud y se calcula que bordean las 140 personas.
Desde pequeña escribió y recitó poemas, poseyendo una mente prodigiosa caracterizada por una memoria a toda prueba. Su hija Nilda Aguirre cuenta que creaba poemas y los memorizaba sin siquiera escribirlos a veces. Mientras la entrevistábamos nos recitaba algunos poemas, entre ellos uno que dedicó a su esposo cuando falleció. No ocultó su emoción y dejó que las lágrimas corrieran por su rostro.
El año 2004 sufrió un accidente cardiovascular que la mantuvo al borde de la muerte, pero gracias a su tenacidad y espíritu de lucha ha tenido una asombrosa recuperación, casi milagrosa, pues recuperó la facultad de hablar, de escribir, recitar poemas y dictar las tablas de multiplicación en forma perfecta.
En la actualidad vive junto a su hijo Juan Aguirre Díaz en una modesta vivienda de la Población Gabriela Mistral.
Por su gran espíritu de superación y entrega a su familia, por su contribución al engrandecimiento del valle durante su vida laboral y por su valioso ejemplo de superación a las actuales generaciones, bien merece un reconocimiento de toda la comunidad elquina.