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Estoy de acuerdo con Renato.

Estoy de acuerdo con Renato. Y ese es el gran dilema de llegar a acuerdo (no es un problema, sólo un dilema). Cuando hay principios ya establecidos, verdades o no, hay situaciones morales difíciles de concensuar. Supongo que así nació esto de "votar", esto de decidir según la mayoría. Esto de la ley del más fuerte. En este caso, si la mayoría de la sociedad chilena dice SI al matrimonio, entonces, para la sociedad chilena como mayoría, lo aceptará y se permitirá tal vez (dependiendo de los políticos, ya no depende del resto de los ciudadanos). Ahora, si mayoritariamente estamos equivocados y estamos en contra de los principios de Dios, pues, esa gran mayoría jodió no más. Imagino que Dios protegerá a aquellos que siguieron el "buen camino", no creo que use el principio de las "mayorías" también, a no ser, que los que defienden el no al matrimonio homosexual basando sus argumentos en su fe y creencia, sientan o sepan que si no hacen nada al respecto o no logran "torcer" la situación, igual signifique que hicieron mal (las culpas). A fin de cuentas, es más complicado el asunto para las personas que tienen fe y creyentes, que para las personas no creyentes. Sin duda que en esta pelea sobre quién tiene la verdad y cómo la respalda, los perjudicados son los homosexuales, que son mirados como un "tercer" bando y a quienes les están "fijando" su destino y forma de vivir.

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